Hace más de diez días que la presa política trans Brenda Díaz no se comunica con su madre desde la prisión para enfermos de VIH-SIDA "Cuba-Panamá", en la provincia de Mayabeque.
"No sé nada de ella desde el día 17 de julio", dijo Ana María García a Martí Noticias, muy preocupada debido a la condición de salud de su hija, condenada a 14 años de prisión por cargos de supuestos desórdenes públicos y sabotaje, debido a su participación en las protestas pacíficas antigubernamentales del 11 de julio de 2021, en la localidad de Güira de Melena.
"Lo que pasa es que la prisión donde está Brenda es demasiado lejos, queda a 74 kilómetros, me cuesta ir a la prisión 8000 pesos porque para allá no hay transporte público y entonces yo no he podido ir", explicó García.
La visita en prisión le corresponde el día 11 de agosto.
"Ella me llama siempre de lunes a viernes. En el tiempo de que ella fue golpeada y la llevaron a celda de castigo, en ese tiempo ocurrió también que estuvo un mes sin llamarme, en otras ocasiones, si se ha pasado una semana, supuestamente, dicen que es que los teléfonos están totos, pero no entiendo cómo es que en una prisión que es para personas que están enfermas, tienen los teléfonos tanto tiempo rotos y los padres de esas personas no tenemos ningún tipo de comunicación y eso es lo que más me preocupa”, dijo la señora.
La transexual fue juzgada por las autoridades con su nombre legal, Freddy Luis, acusándole de haber lanzado piedras contra una tienda en divisas y de robo de artículos.
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