Para el autor de A mano abierta, Cantos iniciales y Del pecho como una gota, aun cuando Alcides es “uno de los representantes más importantes del coloquialismo, no se dejó llevar por la palabra vacía, por el verso de tribuna que siguieron muchos de esa generación, por el verso proletario y de discurso. Su poema era íntimo, como una enfermedad venérea, por ejemplo. Era su interioridad, su corazón diciendo cómo veía el mundo, las circunstancias, el espacio que lo rodeaba”.