Mariela Castro Espín, diputada e hija del jefe del Partido Comunista de Cuba (PCC), Raúl Castro, aspira a aprovechar la reforma de la constitución prevista para julio para que se incluya el matrimonio entre personas del mismo sexo y modificar los Códigos de Familia y Penal.
“Cuando sea el cambio constitucional podemos presentar todas estas propuestas... la idea principal es no demorarlas en ley nueva e incorporarlas en las que ya existen para que sea más expedito”, dijo la diputada y directora del Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex) en una conferencia de prensa el viernes.
Castro Espín y los activistas por los derechos de la comunidad LGTB en Cuba aprovecharán la capacidad de iniciativa de la diputada, agregó el subdirector del Cenesex, Manuel Vázquez.
En el modelo cubano, en el cual el presidente del país es elegido por la Asamblea Nacional del Poder Popular que no es profesional -lo que significa que sus 600 diputados se reúnen solo dos veces al año- no es usual que los miembros de la Asamblea Nacional presenten iniciativas propias.
Lo habitual es que estos diputados aprueben las leyes y decretos previamente acordados por el Consejo de Ministros entre una y otra sesión del llamado Parlamento cubano.
Castro Espín fue la única asambleísta que, en diciembre de 2013 votó contra un proyecto de Código de Trabajo pues no iba lo suficientemente lejos contra la discriminación de las personas de la comunidad de lesbianas, homosexuales, transexuales y bisexuales (LGTB, por sus siglas en inglés)
Los activistas LGTB quieren quitar de la constitución que el matrimonio es entre un hombre y una mujer -lo que impide las uniones entre personas del mismo sexo- e impulsar las modificaciones a los Códigos de Familia y Penal con el objetivo de lograr sanciones apropiadas para los delitos de violencia de género y homofobia, entre otros.
En su discurso de despedida como presidente de los Consejos de Estado y Ministros, el pasado 19 de abril, Raúl Castro, de cumplirá 86 años el próximo 3 de junio, indicó que el proceso arrancará en la sesión de la Asamblea del próximo julio.
Castro Espín ofreció su conferencia de prensa en el contexto de las 11 Jornadas Cubanas contra la Homofobia y la Transfobia, que junto con la "conga" que las acompaña cada año en La Habana, estarán centradas este año en crear tolerancia e inclusión desde el ámbito escolar y en educar para superar los prejuicios.
El programa se desarrollará desde hoy y hasta el próximo 18 de mayo e incluirá, entre otras actividades, exposiciones de fotografía, talleres de sensibilización en la prevención de la violencia homofóbica en las escuelas, proyecciones de cine y la
tradicional Gala Cubana contra la Homofobia y la Transfobia.
Según Castro Espín tanto el PCC como el Gobierno apoyan esta labor de educación y normalización, aunque precisó que inicialmente desde esas instancias pidieron al CENESEX "ir despacio, teniendo en cuenta las resistencias".
"Hubo muchas resistencias de desde muchos lugares. Nos decían que siguiéramos educando para que cuando llegue el momento de realizar acciones legislativas haya un mayor consenso", refirió.
En Cuba, tras el triunfo de la Revolución liderada por Fidel Castro y sobre todo a finales de los años 60, la homosexualidad estuvo perseguida y castigada con la reclusión en campos de trabajo forzados conocidos como Unidades Militares de Ayuda a la Producción (UMAP), lugares donde también eran enviadas las personas sospechosas de "diversionismo ideológico".
La directora del CENESEX, que este año cumple treinta años de su fundación, dijo que esa institución ha logrado importantes avances en derechos en esas tres décadas.
(Escrito por Pablo Alfonso, con información de las agencias AP y Efe)