Michael G. Kozak, subsecretario adjunto interino del Departamento de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental, afirmó en un mensaje de Twitter que el régimen cubano "continúa violando múltiples convenciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que protegen los derechos de los trabajadores a organizarse, reunirse en asamblea y negociar de manera colectiva".
En su declaración, Kozak añadió que "Cuba, y los países que acepten a sus doctores y enfermeros, deben cumplir los compromisos de la OIT".
El subsecretario de Estado pidió a las naciones que reciban trabajadores de la salud cubanos que protejan sus derechos.
Además, exigió que "demanden a Cuba detener la confiscación de los salarios y pasaportes (de esos profesionales). Requieran pruebas de sus credenciales médicas y hagan públicos los acuerdos bilaterales".
Kozak subrayó: "Las crisis no justifican el tráfico de profesionales de la salud, quienes necesitan más protección ahora que nunca".
Organizaciones internacionales han denunciado en los últimos meses la explotación del personal médico de la isla, que La Habana ha enviado a trabajar en varios países.
También han señalado que esos doctores y enfermeros solo reciben una porción reducida de los salarios que las naciones donde prestan sus servicios les pagan, porque el grueso de los fondos va a parar a las arcas del régimen.
Otro asunto fuertemente criticado es que los médicos cubanos que abandonan sus misiones son castigados con ocho años de exilio.