La página digital del Consejo de Relaciones Exteriores (Council of Foreing Affairs) publica un artículo del exdiplomático Elliot Abrahams, quien traza un paralelo entre la visita que realizará el secretario de Estado John Kerry a Cuba este 14 de agosto y la que hiciera a la URSS George Shultz en 1987.
Elliot Abrahams, profesor de la Universidad de Georgetown recuerda los más de 630 arrestos que se reportaron durante el mes de junio en Cuba, según estadísticas de grupos de Derechos Humanos. Y pone el ejemplo de Jorge Ramírez Calderón, liberado en diciembre pero que ahora enfrenta una sentencia de cuatro años de cárcel por "desorden público". El ex asesor especial del expresidente Bush se pregunta qué debe decir sobre Derechos Humanos el Secretario de Estado y lo que debería hacer durante su estancia en La Habana.
Las interrogantes de Abrahams son: "¿Pedirá libertad para todos los presos políticos, libertad de expresión y de prensa? ¿Dirá que el pueblo cubano debe gobernarse a sí mismos a través de elecciones libres y multipartidistas? ¿O será silenciosa sobre la brutal represión que los cubanos enfrentan todos los días? ¿Y se reunirá con disidentes cubanos o sólo con funcionarios del régimen?". Y agrega: "¿Se invitará a las Damas de Blanco, cuyas protestas pacíficas durante años mantienen la causa de la libertad viva?".
En caso de que los funcionarios del MINREX cubano no vayan a la ceremonia de izado de la bandera dice el articulista no sería tan desastrosos, pues "nuestra Embajada en Cuba debería llegar sobre todo al pueblo cubano, no al régimen" y se debe patentizar que "consideramos que el régimen como una reliquia del pasado; que los funcionarios del régimen no deciden venir si no pueden estar en la misma sala o en el césped mismo como quienes luchan pacíficamente por la libertad en Cuba".
Recuerda, entonces, que el secretario de Estado George Shultz cuando visitó Moscú en abril de 1987, y cita un artículo del diario The New York Times, y reunió en la embajada de Estados Unidos a 60 judíos soviéticos, a quienes se les conocía como "refuseniks", pues el Kremlin les prohibía emigrar a Israel y juntos celebraron el Seder de Pesaj, dentro de la Pascua judía. Exponía así Shultz "solidaridad con los judíos soviéticos". Por día se reunía con los funcionarios soviéticos y también le recordaba que debían respetar los Derechos Humanos. Y afirma que dijo a los judíos soviéticos: "Están en nuestras mentes. Están en nuestros corazones. Pensamos en ustedes, oramos por ustedes, estamos con ustedes". Antes de Shultz, otros Secretarios de Estado que visitaron Moscú no se habían reunido con los judíos a los que no les permitían emigrar.
Pide pensar en el impacto de que Kerry fuera a reunirse con disidentes en La Habana y decirles lo que su gran predecesor dijo a aquellos disidentes en Moscú: "Estás en nuestras mentes. Estás en nuestros corazones. Pensamos en usted, oramos por ustedes, estamos con ustedes".
Termina preguntándose si Kerry seguirá el ejemplo de su predecesor o permanecerá lejos de los disidentes y del tema de los Derechos Humanos.