Decenas de miles de personas protestaron este sábado en Colombia contra el gobierno de Juan Manuel Santos, el proceso de paz que lleva a cabo en Cuba y la subsecuente legalización y elegibilidad política de lo que el expresidente Alvaro Uribe define como el cartel de las drogas más grandes del mundo, la guerrilla de las FARC.
Convocados por el expresidente y actual senador Álvaro Uribe, el más férreo opositor a la gestión de Santos y en particular a las negociaciones con las guerrillas comunistas de las FARC y ELN en la isla, los manifestantes salieron a las calles en más de 20 ciudades vestidos de amarillo, rojo y azul, los colores de la bandera nacional.
Uribe declaró que los procesos de impunidad terminan a la larga fracasando y generando más violencia.
Solamente en Bogotá se congregaron unas 100.000 personas, según estimados del periodista colombiano Carlos Valverde. Mientras en Medellín y Cali marcharon unas 60.000 personas, según cálculos de colaboradores de la AFP.
Pero, los organizadores de la marcha estiman una participación de más de 300.000 manifestantes en esas tres ciudades, las más importantes del país.
Desafiando las fuertes lluvias en varias ciudades y con carteles de "Santos traidor renuncie ya", "No más impunidad", "No más corrupción" o "Santos presidente de las FARC", los manifestantes se concentraron especialmente en Medellín, a unos 400 km de Bogotá y feudo de Uribe.
"Estas marchas, en las que nuestros corazones laten por Colombia, nos mantienen en alto la bandera de lucha por la Patria", escribió Uribe en su cuenta en Twitter.
El popular político, que gobernó Colombia entre 2002 y 2010 con una fuerte ofensiva contra los grupos terroristas como las FARC y el ELN, reclamó contra la política económica de Santos, "el manejo corrupto de los recursos públicos" y "la impunidad disfrazada" del proceso de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, comunistas), que transcurre en Cuba desde hace más de tres años.
Además, cuestionó que "la dictadura de Venezuela sea la mediadora con el anunciado diálogo con el ELN" (Ejército de Liberación Nacional, guevarista), segunda guerrilla del país y con la que el gobierno de Santos anunció esta semana en Caracas el inicio de un diálogo de paz luego de acercamientos iniciados en enero de 2014.
Uribe encabezó la marcha en Medellín y mandó un contundente mensaje a los manifestantes en Bogotá, adonde intentó llegar, pero se lo impidió el mal tiempo.
Según la policía, las marchas se desarrollaron "en total tranquilidad" en 63 municipios del país, al día siguiente de un paro armado convocado por el Clan Úsuga, principal banda criminal de Colombia, que entre jueves y viernes dejó seis muertos y alteró con amenazas la actividad comercial y de transporte en varios departamentos del noroeste.
En su protesta contra el gobierno, Uribe también denuncia una persecución judicial contra él y su partido Centro Democrático por las múltiples investigaciones en contra de exfuncionarios suyos por supuestos vínculos con grupos paramilitares de derecha.
Uribe ha publicado en su cuenta de Twitter que el Gobierno es incapaz inclusive de garantizar la integridad física de periodistas como Fernando Londoño y Ricardo Puentes Melo.
Puentes Melo ha cuestionado la viabilidad de un proceso de paz bajo los auspicios de un régimen como el de Cuba que, lejos de ser neutral, ha sido padrino político y santuario de la guerrilla comunista de las FARC.