Religiosos y laicos cubanos invitaron a sus compatriotas en la isla y en la diáspora a mantenerse vivos en la fe en Dios y a celebrar la Navidad con amor y esperanza.
Aunque en Cuba la celebración de la Navidad fue prohibida durante 30 años, los cubanos encuentran el espacio para la reunión, la celebración y la reflexión, destacaron religiosos, laicos y creyentes.
“A pesar de todas las circunstancias, este es un tiempo de esperanza y confianza en Dios, que todo lo puede”, dijo el Arzobispo de la Iglesia Católica en Santiago de Cuba, Monseñor Dionisio García, quien invitó a la familia cubana “dondequiera que esté, a recordar que el Señor puede iluminar hombres y mujeres de buena voluntad".
Monseñor reiteró que "hay que que mantenerse firmes en la fe y saber que un niño recién nacido al final es un hombre que se entrega en la cruz por nosotros”.
En la capital, el joven informático Orlando García cree que es difiícil pedirle al pueblo que celebre algo que le fue negado.
A juicio del joven, "no puedes pedirle a las personas que estén relajadas porque todavía no tienen la comida de fin de año".
Para García, festejar la Navidad en Cuba es una forma de autoengaño.
"Hay muchas personas que tienen arbolito, porque les mandaron el dinero del exterior", dice. "Yo lo considero una estafa a uno mismo; estás tratando de incorporar a tu mundo una idea que tú no puedes sustentar".
Alain Toledano, del Movimiento Sendas de Justicia, aprovechó la ocasión para destacar que aunque el pueblo cubano ha sido invadido por una doctrina anti Dios y anti humana, el hombre no ha podido ocupar el lugar de Dios en el corazón del pueblo de Cuba.
"Jesucristo los ama y es la salvación que necesitan sus hijos", recordó Toledano.
En las redes sociales, cubanos creyentes aprovecharon para compartir sus mensajes de esperanza por la Navidad.
Desde La Habana lo hizo el doctor Oscar Elías Biscet, quien además de desear felicidades hizo un ruego el Dios Bíblico: "Que nos bendiga con una Cuba libre".
En Pinar del Río, el laico cubano Dagoberto Valdés destacó en la columna que publica cada lunes en el sitio digital Convivencia que, como fiesta del triunfo de los hijos de la luz sobre las tinieblas del mal, la Navidad "se entremezcla en la vida concreta de cada persona, de cada familia y de cada nación".
Precisó que "el que se aliena y huye de ese compromiso, incluso puede ser una buena persona y un disciplinado ciudadano, pero no podemos creernos que somos cristianos si le zafamos el cuerpo al compromiso con lo que está viviendo nuestro pueblo y nos despojamos de la cruz que le toca a quienes deciden seguir a Jesús, encarnado en la pasión de cada persona, familia y nación".
En su mensaje al pueblo cubano en ocasión de la Navidad, el Arzobispo de La Habana, Cardenal Juan de la Caridad García Rodríguez, dijo que, como Jesús, la Virgen María y San José, "queremos ir al templo" para rezar.
"Para escuchar la palabra de Dios, vivirla, rezar por nuestros difuntos y recibir las extraordinarias bendiciones que Dios nos da", dijo el Arzobispo habanero.
Con entrevistas de las reporteras Ivette Pacheco e Idolidia Darias
