La inflación y la “tarea ordenamiento”, en medio de la pandemia de COVID-19 y la falta de apoyo gubernamental, han causado serias afectaciones al sector privado en Cuba, provocando, incluso, el cierre de negocios, alertaron a Radio Martí emprendedores desde la isla.
En la barriada de Nuevo Vedado, municipio Plaza de la Revolución, en la capital cubana, la cuentapropista Rebeca Monzó, quien se dedicaba a la renta de habitaciones, decidió entregar su licencia.
“Primero, este año habrá muy poco turismo; además, no hay nada para ofertarles a los inquilinos particulares. Si no hay donde comprar ni leche, ni pan, ni café, ni nada, entonces eso no tiene sentido. Vamos a hundirnos más en el hueco”, señaló.
Desde Baire, en Contramastre, provincia de Santiago de Cuba, el artesano Fernando Guinarte Mora, también se quejó de la falta de insumos para operar su negocio.
“No hay la madera, no hay los recursos, no hay nada. Si eres cuentapropista, trabajes o no, tengas ventas o no, tienes que pagar el impuesto, y la mayoría de los artesanos ya entregaron su licencia porque así no se puede”, enfatizó.
El emprendedor Guillermo del Sol, que se dedica a la construcción, dijo que, en Santa Clara, donde reside, “la tarea de ordenamiento lo que ha hecho es destruir a la población cubana, y por eso es que a las personas no les ha quedado más remedio que ir entregando sus negocios, porque nadie puede trabajar de gratis, ni puede estar pagando un impuesto sobre algo que no te garantiza nada”.
Pedro Acosta, quien fue el dueño del restaurante privado Doña Ceci, en el Casino Deportivo, en La Habana, aseguró que ya hay muchos restaurantes privados cerrados por el alto precio de los insumos.
“Los que tienen los restaurantes más lujosos son los hijos de papá, y esos son los que florecen, junto a los negocios de los militares. El 80 % del cuentapropismo vinculado a la gastronomía no tiene esas posibilidades, y hay algunos que ya están cerrados”, afirmó.
Yoel Espinosa Medrano, quien opera una cafetería en Villa Clara, calificó de critica su situación, empeorada por el alto precio que debe pagar por los productos para confeccionar los alimentos.
“Estamos viviendo tiempos muy difíciles porque no se puede adquirir con facilidad la materia prima. Los negocios hoy en Cuba están condenados a fracasar”, expresó.
Desde La Habana, el asesor de emprendimiento Ángel Marcelo Rodríguez Pita advirtió que este año será peor la situación para los trabajadores privados.
“La tarea de ordenamiento ha sido un golpe demoledor para los trabajadores por cuenta propia, sector privado que también se había enfrentado a la falta de beneficios fiscales durante la pandemia”, recordó el sociólogo.