El preso político Pablo Moya Delá confinado en la prisión de Boniato en Santiago de Cuba no recibe atención médica ni los medicamentos que necesita para la hipertensión y la cardiopatía que padece.
Su hijo Daineris Moya dijo a Radio Martí que a través de una llamada telefónica su padre le comentó que es trasladado a una celda de aislamiento "para aparentar ante el resto de los presos, pero en realidad es llevado a un centro de salud".
El activista requiere de medicamentos para sus problemas del corazón y tampoco tiene acceso a ellos en la cárcel, denunció su hijo.
Moya Delá, integrante de la Unión Patriótica de Cuba, fue arrestado en septiembre de 2020, en La Habana, por reclamar pacíficamente el cese de la represión y el abastecimiento en tiendas estatales.
Días después fue deportado hacia Santiago de Cuba, su lugar de origen, y posteriormente llevado a prisión por un supuesto delito de evasión de impuestos.
Antes de su encarcelamiento, Moya Delá, de 65 años, denunció en varias ocasiones que debido a su activismo no aparecen los documentos que acreditan sus años de trabajo como marino mercante y cuentapropista, necesarios para su retiro.
En noviembre del pasado año, la organización defensora de los derechos humanos Prisoners Defenders lo incluyó en el listado de encarcelados por razones políticas en la isla.
(Con reporte de Ivette Pacheco para Radio Martí)
