El Ministerio de Salud Pública (MINSAP) confirmó la presencia de los virus de Oropouche y dengue en varias provincias cubanas.
El doctor Francisco Durán, director nacional de Epidemiología, calificó de desafiantes complejidades, la situación actual donde el Oropouche ha sido detectado en nueve provincias y 23 municipios de Matanzas, Mayabeque, Villa Clara, Sancti Spíritus, Ciego de Ávila, Holguín, Guantánamo, Santiago de Cuba y Cienfuegos.
El epidemiólogo explicó que en las últimas semanas se reporta un incremento de la tasa de incidencia de casos sospechosos de dengue, principalmente en el municipio especial Isla de la Juventud, y las provincias de Santiago de Cuba, Guantánamo, Ciego de Ávila, Camagüey, Holguín y Cienfuegos.
Mientras tanto, residentes en los territorios afectados dijeron a Martí Noticias que sigue la proliferación del jején Culex y el mosquito Aedes aegypti, transmisores de estas enfermedades, que la fumigación es precaria y escasa, y que persiste la presencia de vertederos de desechos sólidos. Para colmo de males los puestos médicos no cuentan con los recursos necesarios para hacer frente a la enfermedad.
“Las fosas están en las calles, los mosquitos, que no hay para fumigar... Realmente tenemos una situación muy crítica aquí”, advirtió desde la Isla de la Juventud, Martha Pérez, activista del Partido Autónomo Pinero.
A finales de mayo, el periódico local Victoria citó declaraciones de la doctora Bárbara Daudinot Gómez, directora general de Salud Pública en el municipio especial, quien valoró de "muy alto riesgo el índice de focalidad" y dijo que estaba desde entonces "muy por encima de los niveles permisibles en el país".
Desde Aguada de Pasajeros, en Cienfuegos, Juan Alberto de la Nuez Ramírez, dijo a Martí Noticias que aún no se recupera de los efectos del Oropouche: “Todavía yo no me he podido recuperar, el dolor en el bazo no se me quita, es constante, no hay medicinas, tampoco están hospitalizando. Es líquido y para su casa, no están fumigando”.
Desde el poblado de Carlos Rojas, en Matanzas, Annia Zamora Carmenate y su familia aún están con síntomas febriles, pero desconocen si se trata de Oropouche o dengue.
“No lo podemos saber porque es que no hay reactivos, yo ya llevo 15 días así, mi nieto estuvo ingresado y ahora también tengo la otra pequeñita”, comentó Zamora Carmenate.
La enfermedad produce un cuadro similar al dengue. Tiene un periodo de incubación de 4 a 8 días (rango entre 3 y 12 días). El inicio es súbito, generalmente con fiebre, cefalea, artralgia, mialgias, escalofríos, y a veces náuseas y vómitos persistentes hasta 5 a 7 días. Ocasionalmente puede presentarse meningitis aséptica. La mayoría de los casos se recuperan dentro de los 7 días, sin embargo, en algunos pacientes, la convalecencia puede demorar semanas, explica la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
En la ciudad de Santa Clara, el emprendedor Yoel Espinosa Medrano está presentando los síntomas del virus y cuando fue al médico, dijo que solo lo mandaron a reposar a la casa bajo un mosquitero.
El paciente indicó que allí no hay reactivos, que "no hacen prueba ninguna, ni placas, ni análisis, ni nada”.
La OPS indica que el diagnóstico de laboratorio es esencial para la confirmación de los casos, para caracterizar un brote y realizar el seguimiento de la tendencia de la enfermedad.
En Villa Clara, el periodista independiente Guillermo del Sol, explicó que ahora es que se están viendo algunas brigadas de jóvenes del Servicio Militar en tareas para eliminar el foco transmisor del virus, pero lamentablemente el saneamiento es incompleto porque los micro vertederos de basura y escombros abundan en "los alrededores de la ciudad".
Tampoco se están haciendo las labores de fumigación, como constató el periodista independiente Adriano Castañeda desde la capital espirituana. “Yo aquí en la parte sur no he visto las primeras fumigaciones”.
Leydis Tabares, residente en la ciudad de Camagüey, está padeciendo los síntomas del dengue.
“En el policlínico no hay reactivos, no hay nada. Bueno, fui para el (hospital) provincial y tienes que estar grave para que te puedan hacer una prueba”, contó la residente del barrio La Vigía.
En el poblado de San Andrés, en la provincia de Holguín, Dámaso Alberto Fernández confirmó a Martí Noticias que allí “no hay ningún tipo de medicamentos, no hay aspirinas. En realidad, aquí las personas toman agua y cocimientos”.
Desde Santiago de Cuba, el doctor Roberto Serrano aseguró que la propagación del dengue y el Oropouche parece inevitable.
“Aquí las condiciones son paupérrimas para detener esa cantidad inmensa de mosquitos y de jején que hay, ni siquiera la labor epidemiológica la hacen como tiene que ser”, enfatizó el médico.
La OPS recomienda la protección de viviendas con mosquiteros de malla fina en puertas y ventanas, el uso de prendas que cubran las piernas y brazos, sobre todo en casas donde existe alguien enfermo, el uso de repelentes y el uso de mosquiteros impregnados o no con insecticidas para quienes duermen durante el día como embarazadas, bebés, personas enfermas o postradas en cama y ancianos.
En situaciones de brote se deben evitar las actividades al aire libre durante el periodo de mayor actividad de los mosquitos (al amanecer y atardecer).
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