Las Damas de Blanco anunciaron que saldrán a las calles y a las iglesias en reclamo de la libertad de todos los presos políticos en Cuba y han hecho un llamado a los familiares de los manifestantes encarcelados a sumarse.
La organización femenina, una de las entidades opositoras al régimen castrista de más larga data en el país, dio a conocer en un post a través de la cuenta en Facebook de su líder, Berta Soler, la reactivación de su tradicional “modus operandi” de confrontación pacífica al régimen comunista, desde el próximo domingo 23 de enero.
“Damas de Blanco anunciamos que el próximo domingo 23 de enero activamos la campaña de enfrentamiento por la libertad de todos los presos políticos sin exclusión”, advierte Soler.
La opositora exhorta a las integrantes de la organización, merecedora del Premio Sájarov en 2005, a brindar su apoyo como “compromiso moral y político a los familiares de los presos políticos.
“De la misma forma, las Damas de Blanco convocan a los familiares de los presos políticos a que se sumen y nos acompañen en esta justa causa. En las iglesias orando y en las calles de nuestro país luchando, estaremos más firmes. Nuestros hermanos presos nos necesitan. No hay pacto con la dictadura”, concluye el llamado.
Soler explicó a Radio Martí que la nueva determinación de llegar a misa para orar por los presos políticos cubanos, se hace extensiva a las madres y familiares de los detenidos por las protestas del 11 de julio y de otros presos políticos.
Fundada en 2003, a raíz de la bautizada como Primavera Negra de Cuba, las Damas de Blanco han mantenido una constante actividad de confrontación y resistencia con el régimen cubano que las ha llevado a padecer golpizas públicas, mítines de repudio y encarcelamientos.
Desde su fundación, todos los domingos esposas y familiares de los prisioneros políticos de la isla salían a la calle cada una portando una flor como muestra de su determinación pacifista y se enfrentaban a los contingentes de la policía política que las golpeaban y detenían para impedirles llegar a las iglesias. Videos y fotografías a lo largo de las últimas dos décadas han documentado la brutal represión de la que has sido víctimas estas mujeres.
Su estilo de resistencia activa se mantuvo hasta 2020, en que la pandemia de Covid-19 las obligó a recogerse en sus hogares alterando por un tiempo su activismo en las calles.
Entre los reconocimientos recibidos por la organización se encuentran además del ya mencionado prestigioso galardón que otorga el Parlamento Europeo, el Premio Libertad Pedro Luis Boitel en 2005; el Premio Internacional a los Derechos Humanos, que les fuera concedido en 2006 por Humans Rights First.
El reconocimiento y la aceptación de la labor de las Damas de Blanco es ampliamente conocido y admirado por el pueblo de Cuba, pese a las campañas de descrédito desencadenadas contra sus miembros por los medios oficiales del régimen donde las acusan de ser mercenarias pagadas por Estados Unidos.
Su primera líder, Laura Pollán, quien impusiera su sello distintivo a la organización, falleció en 2011 “en extrañas circunstancias”, según sus familiares y compañeras de grupo, siendo sucedida por Berta Soler, quien ha mantenido el propósito fundacional del grupo.