El nuevo presidente de Paraguay, Santiago Peña Palacios, invitó a su investidura celebrada el 15 de agosto a dos organizaciones del exilio cubano, banderas de la lucha por la democracia en la Isla.
Se trata de la Asamblea de la Resistencia Cubana (ARC) y de la Fundación para los Derechos Humanos en Cuba, cuyos líderes asistieron invitados a la toma de posesión celebrada el pasado martes en Asunción, la capital del país.
El gesto del nuevo mandatario, un economista de 44 años, que obtuvo una sólida victoria en la elección de abril representando al derechista Partido Colorado, ha sido valorado como una muestra del compromiso con el respeto a los derechos humanos y la terminación del sistema comunista en Cuba.
“Es un reconocimiento a la oposición cubana. Es un reconocimiento a la validez de nuestra lucha, es un reconocimiento al hecho de que el régimen castrista no tiene el monopolio de la representación de Cuba, que obviamente el pueblo de Cuba quiere otras avenidas, otra forma, quiere poder tener la recuperación de su soberanía y su libertad”, indicó a Martí Noticias Orlando Gutiérrez Boronat, coordinador de la ARC, asentada en Miami.
“Creo que la invitación a este importante evento en Paraguay, las reuniones colaterales que se dieron durante el mismo son un contundente reconocimiento, a lucha del pueblo cubano por su libertad y al trabajo de la Asamblea. Creo que aquí hay un reconocimiento abierto al exilio cubano. En el caso de la Asamblea, este año ya nos hemos reunido con unos cinco presidentes de diferentes países y siete congresos nacionales en un reconocimiento sin precedente a la lucha del pueblo cubano y a la representatividad de la lucha por los derechos humanos en Cuba”, afirmó Gutiérrez Boronat.
Para Tony Costa, de la Fundación para los Derechos Humanos en Cuba, esta invitación no solo fue un honor, sino que "también representó la oportunidad de llevar la voz de aquellos que luchan y sufren por los derechos humanos y la democracia dentro de Cuba. Nos honró mucho de algún modo representar a nuestro pueblo tanto en el exilio, como los que están dentro de la isla y que añoran derechos fundamentales de elegir a sus líderes, en un proceso libre y democrático, como acaba de pasar en Paraguay".
"La experiencia de estar presente en la investidura de Santiago Peña fue profundamente emotiva al ser un recordatorio palpable de lo que la gente en Cuba merece y anhela. Estamos confiados que muy pronto llegará el día en que podamos ser testigos de una inauguración en Cuba, similar a la que nosotros acabamos de presenciar en Paraguay y para eso trabajamos en la Fundación para los Derechos Humanos en Cuba, porque una Cuba mejor sabemos que es posible", agregó Costa.
La investidura contó además con una delegación del régimen cubano, encabezada por la titular del Ministerio de Educación de Cuba, Naima Ariatne Trujillo, el director para América del Sur en el Ministerio de Relaciones Exteriores, Carlos de Céspedes Piedra y por Francisco Fernández Peña, embajador de La Habana en Paraguay.
Luego del levantamiento popular del 11 de julio de 2021 en Cuba, Peña Palacios, que entonces era candidato a la presidencia, declaró: “Me sumo al pedido de respeto a los derechos del pueblo cubano y el fin de un modelo que ha empobrecido a una nación por décadas. El mismo modelo que algunos sectores políticos de nuestro país les gustaría tener. ¡El comunismo ha fracasado a lo largo de la historia siempre!”.
La ceremonia contó con la participación de varios jefes de Estado: el presidente de Chile, Gabriel Boric; el presidente de Bolivia, Luis Arce; el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, además del rey de España Felipe VI.
En su discurso, el nuevo mandatario se refirió a los retos que tiene por delante para enfrentar la corrupción y supresión de la pobreza. En este sentido dijo que “la erradicación de la pobreza solo se logra con políticas de mercado abiertas”.
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