En medio de la serie de protestas antigubernamentales que ha estallado en Cuba tras la devastación dejada por el huracán Ian, el Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) pidió a la Unión Europea que aplique sanciones individuales contra el régimen de la isla y evite un "baño de sangre" en el país.
La organización, con sede en Madrid, España, dijo el viernes que miles de cubanos han vuelto a tomar las calles para protestar contra el régimen de Raúl Castro y Miguel Díaz-Canel. El descontento social, subraya, se ha multiplicado por la ausencia de electricidad durante varios días en casi todo el país, un hecho que las autoridades justifican con el paso del huracán.
Otra vez, advierte el Observatorio, el régimen ha respondido con represión al derecho de los ciudadanos a manifestarse pacíficamente.
"Vista la virulencia represiva contra las protestas pacíficas de 2021 —y las recientes de agosto—, resulta extremadamente peligroso que la comunidad internacional, en especial, la Unión Europea y las instituciones de derechos humanos, esperen, para actuar, a la ocurrencia de un baño de sangre en Cuba. Ahora mismo hay un enfrentamiento civil, de consecuencias insospechadas”, denunció la organización.
El OCDH exigió “de manera clara y abierta a las autoridades cubanas que respeten los derechos humanos y no repriman a los ciudadanos”, y pidió a la UE “la adopción de medidas más contundentes para proteger a la población civil, por ejemplo, prohibir la venta de armamento y material de uso represivo al gobierno de Cuba”, así como “activar inmediatamente el mecanismo de sanciones individuales contra los violadores de derechos humanos”.
Otras organizaciones internacionales, entre ellas Amnistía Internacional, "han denunciado el despliegue de militares para reprimir al pueblo que ejerce su derecho a protestar", y exigido al régimen de La Habana que "ponga fin a la represión, y atienda las demandas y reivindicaciones de quienes protestan".
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