El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados elogió el apoyo que México da a los migrantes que han llegado a su territorio en el último año, sin embargo las denuncias de muchos cubanos dan cuenta de una historia diferente.
Filippo Grandi recorrió albergues para refugiados en una visita oficial de cuatro días en las que estuvo en Tapachula, Saltillo y México, informa un comunicado de Naciones Unidas.
Los migrantes cubanos han denunciado en numerosas ocasiones el hacinamiento, la falta de higiene y comida en estos Centros de Detención, especialmente en la estación Siglo XXI de Chiapas, desde donde el funcionario agradeció a México por brindar la protección urgente que necesitan estas personas.
Los migrantes han criticado los abusos y la extorsión de muchos agentes de migración en este país. En el último año los cubanos organizaron varias fugas de estos centros de detención donde aseguran fueron víctimas de abusos y extorsión.
La Comisión Nacional de Derechos Humanos de México declaró que a finales de abril que había más de 2.000 personas en la Siglo XXI, un lugar construido para 960 y que en otras instalaciones en Tuxtla Gutiérrez, también en Chiapas, albergaban a 400, aunque están habilitadas sólo para 80.
“La Siglo XXI es una estructura carcelaria con muros de cinco a diez metros de alto, torres de control, cámaras de seguridad y espacios con techos enrejados por donde patrullan los guardias. Incluso hay una celda de castigo, el “Pozo”, que el gobierno se comprometió a no usar más", de acuerdo a una crónica publicada por la agencia AP.
Grandi, sin embargo, reconoció que la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR) lleva a cabo una labor elogiable pero señaló la falta de recursos: “Si la COMAR tuviera más recursos, podría hacer su trabajo de manera más eficiente y reducir el tiempo que los solicitantes de asilo deben esperar para que se decida sobre su condición”.
En su escala en Chiapas el Alto Comisionado presenció una airada protesta de migrantes africanos que exigían que el gobierno de México cumpla la ley y les permita transitar por el país, según reporta el diario El Sol de México.
"Cuando Grandi y otros funcionarios de la Agencia de la ONU para los Refugiados abandonaron el edificio, los manifestantes, con niños colocados al frente, rodearon sus vehículos e intentaron evitar su partida. Una mujer congoleña incluso se agarró a la llanta delantera de uno de los vehículos en un intento desesperado de tener la oportunidad de defender su caso ante los funcionarios de la ONU", relata por otra parte la publicación PSNenlínea.
En lo que va de 2019, México ha recibido 48.000 peticiones de asilo, lo que representa un aumento de 231% con respecto a las solicitudes de 2018 y plantea un nuevo reto a un país en el que apenas en 2014 sólo 2.137 extranjeros pedían protección formalmente, asegura la ONU.