El expreso político José Antonio Pompa López fue detenido el viernes 26 de abril en La Habana Vieja, tras dejar a uno de sus hijos en la escuela y permanece detenido desde entonces en Villa Marista, cuartel general de la policía política de Cuba.
Su amigo Leudis Reyes Cuza, que como Pompa López es miembro del partido Cuba Independiente y Democrática, relató lo acontecido con el opositor.
“El viernes 26 de abril, en horas de la mañana, cuando deja el niño en la escuela, a él lo detienen arbitrariamente el departamento de Seguridad del Estado se lo llevan -eso es el relato que hace la mujer- más o menos pasó media hora que se presentaron en su casa, estando una mujer con el niño recién nacido. La teniente coronel instructora de Villa Marista, junto a otros oficiales de la Seguridad del Estado, efectuaron un registro en la casa (...) Le llevaron varios objetos de la casa; se llevan un teléfono del niño jugar, le llevan una computadora, que la tiene hace años ya”, agregó el activista.
Según explicó, el traslado para Villa Marista, para instrucción de la Seguridad del Estado, se debe a que está "estaba integrado a grupos opositores" y que un detenido declaró que Pompa López participó en una manifestación.
Reyes Cuza dijo que hasta el momento, la esposa del detenido, Suarmi Hernández Vilar, no ha sido informada de los cargos que pesan sobre el opositor.
Días atrás, la señora dijo a Cubanet que en el registro estaban buscando pruebas de su filiación a la plataforma opositora Cuba Primero, "pero él ya se había quitado de eso".
De acuerdo con su testimonio, el oficial de la Seguridad del Estado a cargo del registro aseguró que tenían información de que Pompa López aún formaba parte de la membresía de Cuba Primero.
En enero, la policía cubana arrestó al opositor tras protagonizar una protesta en su hogar donde colgó un cartel en el cual se podía leer “S.O.S mis hijos se mueren de hambre”, tras ser despedido de su empleo por presiones de la Seguridad del Estado.
En 2016, José Antonio Pompa López fue sancionado a dos años y seis meses de cárcel por protagonizar una protesta frente al Capitolio de la Habana. En 2019 volvió a ser sancionado a un año de prisión por el cargo de “desorden público.
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