Asdrúbal Kindelán Garbey, padre de uno de los detenidos por las manifestaciones del 17 de marzo en Santiago de Cuba, asegura que no cesará de exigir la libertad de su hijo.
“Ellos van a hacer lo que quieran conmigo. Me pueden detener, me pueden quitar hasta la vida, pero por la libertad de mi hijo yo voy a luchar hasta el final”, aseguró este lunes en entrevista para Martí Noticias.
Cristian Osmauri Kindelán, de 18 años, fue arrestado en su casa seis días después de la protesta y Asdrúbal fue tras él a exigir respuestas. En las afueras de la unidad policial publicó una directa en Facebook explicando lo sucedido.
“Allí mismo me cayeron arriba y me arrestaron”. A los tres días lo liberaron con una fianza de 50 mil pesos cubanos y una acusación de “desacato”.
“Mi hijo sigue allí preso, nos dijeron que tenían un video de él incitando a la violencia, ofendiendo a un oficial. Dónde está ese video. Estuvo siempre conmigo, ellos no enseñan el video”.
Asdrúbal dice que no confía en que ningún abogado en Cuba pueda hacer algo por Cristian. “Ellos mismo lo reconocieron”, explica en referencia a los comentarios del oficial que lo interrogó cuando estaba detenido.
Se está violando el derecho a la manifestación pacífica, explica a nuestra redacción el abogado Alain Espinosa, del grupo de asesoría legal Cubalex. “Y no se trata solo de reconocerla, el Estado tiene la obligación de facilitarla. Contrario a eso, el Gobierno cubano, a través de su funcionarios y de los agentes de la policía, lo que hace es reprimir y esto es algo que tiene que quedar muy claro porque ellos (las autoridades) se han desgastado mucho en tratar de instalar la idea de que no hubo represión”.
Organizaciones independientes que monitorean las detenciones durante las protestas en la isla, cifran en más de una decena los arrestos a personas que salieron a las calles el 17 y 18 de marzo. Tanto la gobernadora de Santiago de Cuba, Beatriz Johnson Urrutia, como el mandatario Miguel Díaz-Canel, negaron públicamente la represión.
No obstante, Asdrúbal explica que los oficiales de la Policía, la gente del DTI, los Boinas Negras, querían responder con agresividad. “Era un pueblo desarmado, lo único que tenían eran sus celulares”.
“La gente está cansada”, explica el cubano e insiste en que no entiende por que están construyendo esos cargos contra su hijo si él estuvo todo el tiempo a su lado y con su niña de dos años en brazos.
“A mi me liberaron pero todavía no me han dado el teléfono. Según ellos, están investigando el celular por una serie de delitos que yo tengo ahí. Lo único que puede haber ahí son videos de otras manifestaciones pacíficas en las que también he participado porque no damos más”.
El 17 de marzo pasado cientos de personas se reunieron en El Cobre a gritar “agua”, “comida”, “corriente” y “libertad”. Horas antes en el reparto Veguita de Galo, a unos 20 kilómetros de allí, había ocurrido una protesta también.
(Con reporte de Yaima Pardo)
Nota del editor: Este texto fue actualizado tras precisar con la familia que Asdrúbal Kindelán y su hijo se manifestaron el 17M en la carretera de El Morro.
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