Panamá acordó el miércoles con Colombia recibir hasta 650 migrantes por día mientras dure la crisis en la frontera común, para luego reducir el número progresivamente a medida que se resuelva la situación de miles de extranjeros que ingresaron de forma irregular y buscan llegar a Norteamérica.
La canciller panameña, Erika Mouynes, dijo que tras reabrir las fronteras, cerradas por la pandemia del coronavirus, se desató un inusual flujo de migrantes con picos de hasta 1,500 y 2,000 por día, tras lo cual el Gobierno se vio en la necesidad de pedir ayuda a otros países de origen, paso y destino para abordar la situación humanitaria.
"Se estableció un número escalonado hacia la baja, primero, para atender la crisis, de 650, y progresivamente hacia 500 con días específicos dentro de los cuales pueden ingresar", explicó Mouynes en conferencia de prensa tras un encuentro virtual convocado por Panamá que reunió a funcionarios de nueve países, incluidos Colombia, Estados Unidos y Canadá.
El acuerdo será homologado con Costa Rica, con el que Panamá tiene un programa previo de flujo controlado para el paso de miles de migrantes que cada año atraviesan la peligrosa región del Darién, donde se exponen a la selva inhóspita y a bandas de delincuentes, antes de atravesar Centroamérica rumbo al norte.
Mouynes aseguró que menos del 1% de los migrantes que pasan por Panamá solicitan asilo o refugio en el istmo. La mayoría son haitianos y cubanos, pero también hay africanos y hasta asiáticos. Todos ellos huyen de la violencia y pobreza en casa.
La directora de Migración Panamá, Samira Gozaine, sostuvo que, mientras persista crisis en Necoclí, un remoto centro turístico enclavado en la costa caribeña de Colombia, la meta es agilizar el paso seguro y humanitario de los migrantes y buscar apoyo de más países.
En declaraciones previas desde Colombia, el director de Migración, Juan Francisco Espinosa, confirmó que la cantidad de migrantes concentrados en Necoclí bajó el martes a 3,000 desde un máximo de 12,000 la semana pasada.
En la última década Panamá ha registrado un creciente flujo de migrantes en ruta al norte para cuya atención destina unos 20 millones de dólares anuales. En lo que va del año, más de 42,000 migrantes arribaron a Panamá a través de la inhóspita región del Darién, una cifra récord que autoridades esperan que siga en aumento a raíz de la reapertura de fronteras.