Ramón Rigal y Ayda Expósito, una pareja de pastores evangélicos que decidió educar a sus hijos en el hogar, fueron condenados este lunes en Guantánamo a dos y un año y medio de prisión, respectivamente, acusados de "otros actos contrarios al normal desarrollo del menor".
Rigal recibió un año de privación de libertad por esta causa, y otro adicional por "asociación ilícita e instigación a delinquir", dijo a Radio Martí la hija de ambos, Ruth Rigal Expósito, de 13 años de edad.
"Se llevaron a mi mamá y a mi papá presos y no pensaron en los muchachos, en nosotros, en que somos menores, que necesitamos a mi mamá y a mi papá juntos", dijo Rigal Expósito.
Familiares de la pareja y hermanos de fe fueron impedidos de asistir al juicio. "Aquello fue vergonzoso, da pena lo que han hecho con los padres de nosotros", señaló la menor.
Según el abogado Alberto Méndez Castelló, en tres días la sentencia se hará firme, el matrimonio irá a prisión, y solo le quedará a la defensa apelar la decisión del tribunal.
El abogado dijo que es "inaudito" que la pareja haya sido condenada por no querer educar a sus hijos en las instituciones del Estado. "En ningún lugar del mundo eso sería delito", subrayó Méndez Castelló.
El martes pasado unos oficiales de civil se presentaron en la vivienda de los pastores, se los llevaron detenidos, practicaron un registro y confiscaron una computadora y materiales escolares.
Golpean a periodista que cubría el juicio
El abogado y periodista independiente, Roberto Jesús Quiñones Haces, que ha seguido de cerca el caso, fue golpeado y detenido por la Seguridad del Estado cuando intentaba dar cobertura informativa al juicio contra Rigal y Expósito.
Alrededor de las 2:10 de la tarde, Quiñones Haces fue arrestado en el portal del Tribunal Municipal de Guantánamo, donde se desarrollaba la vista oral. En conversación con el periodista Tomás Cardoso, de Radio Martí, dio testimonio del abuso policial del que fue víctima.
"Me golpearon la boca, tengo la camiseta ensangrentada, la guayabera, y estoy detenido ahora aquí, no sé por qué razón", logró decir Quiñones Haces antes de que los guardias le retiraran el teléfono celular.
Alrededor de las 2:31 PM, Ruth Rigal vio como entraban a sus padres al tribunal bajo estrechas medidas de vigilancia para dar inicio al juicio.
Pastor denunció violación de sus derechos
En 2017 Rigal y Expósito tomaron la decisión de no enviar a sus hijos, entonces de 7 y 11 años de edad, a la escuela primaria, con el objetivo de ofrecerles una educación alternativa. El Colegio Hebrón, una institución cristiana con sede en Guatemala, ofreció impartirles clases gratuitas por medio de textos en formato pdf., discos compactos y material impreso.
Rigal fue condenado entonces a un año de trabajo correccional sin internamiento, y su esposa a un año de reclusión domiciliaria. El juez ordenó que los niños se incorporaran a la escuela en septiembre, una directiva que los padres decidieron no seguir.
"Ellos (Ministerio de Educación) dijeron que las escuelas y ellos son los únicos capacitados para darle a los niños la enseñanza que llevan", dijo en esa ocasión Rigal a Radio Martí.
El pastor señaló que la imposición de las autoridades era una franca violación a los "derechos humanos, a los derechos religiosos, a los derechos de las escrituras, a mis derechos como padre y a unas cuantas leyes internacionales también".
(Con reporte de Tomás Cardoso para Radio Martí y archivo RadioTelevisiónMartí.com)