El periodista Ricardo Fernández, colaborador del diario independiente 14ymedio, se encuentra desde agosto con su esposa y sus tres hijos en un campo para refugiados en la región alemana de Baviera, esperando la respuesta a su solicitud de asilo político.
La noticia fue dada a conocer por el propio medio digital para el que laboraba Fernández, quien relató en conversación sostenida con la redacción las razones que le obligaron a tomar la decisión del exilio, para intentar poner a su familia a salvo.
Detenciones, amenazas, chantajes y acoso permanente se vio obligado a soportar el reportero. "Hasta ese momento, había sido yo el que me había puesto en riesgo por mis ideales, pero desde que inició 2022, el nuevo objetivo del Departamento de la Seguridad del Estado fueron mi esposa, mi suegra y mi hija mayor".
Durante su último arresto, en julio pasado, Fernández fue seriamente amenazado por la policía política, que le dio un ultimátum de que “tenía un mes para abandonar el país”. El reportero no lo pensó más... comenzó a hacer los trámites para viajar fuera de Cuba con lo cual, afirma, “el acoso se multiplicó”.
En estos momentos, con el alma y la psiquis dañada, Fernández intenta sanar junto a los suyos, mientras se asombra de lo diferente que funcionan las cosas en un mundo no perfecto, pero sí diferente al que dejó atrás.
La cacería que mantiene el régimen contra los miembros de la sociedad civil independiente cubana, sobre todo con los comunicadores que muestran al mundo lo que ocultan los medios de propaganda oficial, ha obligado a optar por el exilio a un número creciente de periodistas y activistas.
Esteban Rodríguez y Héctor Luis Valdés Cocho son dos de los casos de periodistas obligados a marcharse de su país que sirven para ilustrar la difícil situación que enfrentan los informadores en Cuba.
Desde la estudiante de periodismo Karla María Pérez, a quien le prohibieron su regreso a la isla, hasta la recién llegada a Florida Mary Karla Ares, quien permaneció encarcelada durante meses sólo por reportar la protesta pacífica del 30 de abril de 2021 en la habanera calle Obispo, hay una larga lista de comunicadores forzados a abandonar Cuba.
Los que permanecen en la isla viven bajo constante amenaza, como son los casos de Camila Acosta y Vladimir Turró, por citar sólo dos ejemplos. Mientras, los periodistas Lázaro Yuri Valle Roca y Jorge Bello se encuentran en prisión cumpliendo largas condenas por ejercer su labor de comunicadores.
El Instituto Cubano por la Libertad de Expresión y Prensa (ICLEP) registró en el pasado mes de julio 140 violaciones de la libertad de prensa perpetradas por la dictadura cubana, la mayor cifra mensual del 2022.
La mayoría de estos hechos se produjeron alrededor del día 11, cuando se cumplió el primer aniversario de las multitudinarias protestas antigubernamentales del 11J, precisó la organización. "En esta ocasión la dictadura cubana cometió 126 hechos violatorios contra 46 periodistas".
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