La redacción del diario Confidencial atraviesa nuevamente un momento difícil, tras el allanamiento de sus oficinas por segunda vez en tres años, en un operativo liderado por oficiales de la Policía Nacional que irrumpieron en el edificio y confiscaron todos los equipos para la producción de algunos programas audiovisuales como Esta Noche y Esta Semana, ambos con más de dos décadas al aire.
Muchos de sus reporteros, premiados a nivel nacional e internacional por las investigaciones que han destapado hechos de corrupción durante la administración de Daniel Ortega, tras su llegada al poder en 2006, afirman que mantienen intacto el coraje para seguir informando a la ciudadanía en medio -y pese- a las embestidas policiales.
“La redacción mantiene el compromiso de construir sociedades democráticas, donde se respeten los derechos humanos y se le pueda dar a la ciudadanía una realidad en la que pueden pensar, basados en nuestro trabajo, reportería e investigación, en este momento que es muy importante”, dijo Octavio Enríquez, periodista de Confidencial y ganador del Premio Rey de España.
En lo que define como un momento "tan oscuro" para el periodismo en Nicaragua, Enríquez considera que justo por ello la labor "es fundamental". Como parte de su trabajo, por ejemplo, ha realizado investigaciones sobre el desvío de la cooperación venezolana en Nicaragua, y el enriquecimiento de los hijos del presidente Daniel Ortega.
“La ciudadanía ha creado conciencia y muchas cosas que hemos publicado es por personas que están contra el régimen, que nos ayudan, que están en contra de los actos corruptos del régimen. Es una deuda con la población que se arriesga para informarnos y documentar actos incorrectos, incluidos abusos”, señala.
Explicó que para este proceso electoral previsto para noviembre, el gobierno está atacando a la oposición para inhabilitarla y que no compita en los comicios y esto incluye a los periodistas, a quienes -dijo- ve como enemigos por informar lo que ocurre.
“Jamás ha estado el juego en poder, por eso se obstaculiza en lo que puede a la oposición, y luego ataca a los medios de comunicación que están cuestionándolo públicamente”, enfatizó.
Enríquez relata que durante las investigaciones que se han publicado en Confidencial, generalmente hay un secretismo del gobierno en primera instancia para tratar de minimizar lo que se informa, pero tras eso hay “un silencio que juega a su favor”.
“Ortega aprovecha ese silencio para establecer sus estrategias políticas, me refiero al silencio en la gestión pública en general, con la que golpea a los adversarios que también incluye a los medios de comunicación. Ellos ven a los medios como los enemigos, a la gente que se les tiene que callar para que la gente no sepa”, concluye.
Ivette Munguía, reportera de Confidencial que ha sido el rostro en los programas Esta Noche y Esta Semana al entrevistar a varios aspirantes presidenciales comenta que existe temor e inseguridad en la redacción del medio, pero persiste el compromiso de continuar informando “hasta donde sea posible”.
El allanamiento de Confidencial el jueves en horas de la mañana coincidió con una citación debido a una investigación contra la Fundación Violeta Barrios, que ha dirigido Cristiana Chamorro, hermana del director del medio.
En entrevista con la Voz de América, Carlos Fernando señaló que es “condenable y criminal”, refiriéndose a los recientes señalamientos de la justicia en contra de su hermana.
“No existe ninguna vinculación entre la Fundación Chamorro y Confidencial. Yo no pertenezco a la junta directiva de la Fundación y Confidencial ni siquiera ha sido beneficiado con los proyectos que la Fundación tenía para apoyar a medios independientes”, aseguró.
Explicó, en cambio, que con esto lo que se pretende es justificar el “asalto” al medio porque “no hay ningún proceso legal (en curso) contra Confidencial”.
A raíz del allanamiento y confiscación al edificio de Confidencial en 2018, los programas que se transmitían en un canal privado de Managua fueron suspendido por aparentes amenazas contra el medio.