Recientemente el gobernante cubano Miguel Díaz-Canel anunció que está en planes una política para comercializar los productos agropecuarios de forma local, paralelamente a la empresa de Acopio, pero campesinos entrevistados por Radio Televisión Martí exigen que lo justo sería eliminar del todo a la empresa.
“Yo sigo diciendo que el único mecanismo no puede ser Acopio, hay que crear otras estructuras. Un batey azucarero, que hay estructuras productivas, que van a producir la comida ahí, ahí lo que hace falta cuatro o cinco gente en una estructurita pequeña que son los que se van a encargar de gestionar con los productores comprar eso y ponerlo en el mercado”, dijo el mandatario en una reunión.
La Unión de Acopio, que desde agosto de 2019 pasó a ser una Organización Superior de Dirección Empresarial (OSDE), subordinada al Consejo de Ministros y controla toda la cadena de la producción agrícola en el país desde la contratación, recolección, traslado y venta, ha sido criticada en múltiples ocasiones por inoperante.
Campesinos, economistas y sociólogos han dicho que Acopio es un profundo lastre para la actividad comercial de los agricultores y que es una de las principales causas de la carencia de alimentos en Cuba.
Sobre la inefectividad de Acopio, desde Bayamo, Granma, el campesino Emiliano González comenta: “Los campesinos de aquí de la Sierra Maestra y las zonas circundantes, cogen los cultivos, los ponen en el camino para que venga el carro de Acopio a recogerlos y cuando no tienen combustible, las gomas están rotas, cuando no, no va el chofer…Simple y llanamente el que pierde el campesino que se sacrifica trabajando su tierra y entonces pierde el dinero y no hay alimentación para el pueblo”.
En Los Palacios, Pinar del Río, Esteban Ajete Abascal, recuerda que la eliminación de Acopio está incluida entre las peticiones que la Liga de Campesinos Independientes hizo al gobierno en una carta divulgada el 17 de mayo.
“Uno de los puntos es que Acopio no medie y que dejen a los campesinos ponerle precio su producto y venderlo libremente a quien ellos entienden que se lo deben vender y se lo paguen a buen precio”, dijo Esteban.
La carta pública al gobernante cubano Díaz-Canel dejaba claro el compromiso de los campesinos a alimentar al pueblo, "pero no a seguir trabajando enyugados como bueyes al mismo modelo fracasado de agricultura estatal que nos ha traído hasta aquí".
El texto pedía esencialmente: Libertad para la producción y distribución de nuestros productos, libertad para fijar los precios de acuerdo con el mercado, la posibilidad de importar y exportar directamente, la eliminación por diez años de todos los impuestos a productores y procesadores de alimentos, y la entrega de títulos de propiedad permanente a todos los productores.
"Acopio es un cáncer, es un parásito y cuando hace el contrato con el campesino tampoco lo cumplen bien. No hay un sistema judicial en Cuba para que puedas demandar a Acopio y que ellos te paguen los daños”, declaró Ibar González, desde Quemado de Güines, Villa Clara.
El Grupo Empresarial de Acopio, se encarga también de vigilar a los campesinos desde la hora misma en que comienzan a sembrar, según explica Jiordan Marrero Huerta, quien vive en el municipio agrícola de Sibanicú, Camagüey.
"Cuando el campesino rotura una caballería de tierra y la siembra de plátano, inmediatamente va Acopio a hacerle el estimado de que tienes que entregar tanto de viandas y tanto de hortalizas", indica Jiordan.
Desde Mayarí, en Holguín, Osmel Ramírez Álvarez dice que lo que hay que hacer es "facilitar el trabajo para que los precios bajen y no convertirlo en un delito".
"Si se sabe que Acopio compra a un precio que no da negocio, eso va a bajar la producción aunque quieran que produzcamos más”, concluyó.