Por segunda vez en menos de un mes, el régimen cubano incauta alimentos, artículos de aseo y otras pertenencias que debían ser entregadas a la prisionera política Aimara Nieto Muñoz en la cárcel de mujeres Veguita, en Las Tunas.
El hecho ni siquiera ocurrió en la cárcel como resultado de un decomiso de las autoridades penitenciarias. Las personas que llevaban la bolsa enviada a Nieto Muñoz por su esposo desde La Habana fueron interceptadas y despojadas de los alimentos y del resto de las provisiones antes de llegar a la prisión, según denunciara el esposo de la prisionera, el también opositor Ismael Boris Reñí.
“Ellos nunca llegaron a la prisión”, declaro Reñí en entrevista con la reportera de Radio Televisión Martí Ivette Pacheco, refiriéndose a los opositores Yoan Ricardo Llerena y su esposa Danitza Vidal Pérez. “A unos kilómetros de la prisión, en un pueblo que se llama Villaverde, ahí mismo los interceptaron dos agentes de la Seguridad del Estado y les quitaron todo lo que llevaban”.
Según Reñí, el pretexto que usa siempre la policía política para quitarles los alimentos y otras provisiones a los opositores encarcelados es que el envío ha sido financiado con fondos procedentes de Estados Unidos.
“Dicen que eso es con dinero del imperio; que eso ahora va a pasar a un hogar de ancianos”, explica el esposo de la prisionera política. “Le llevaban aseo personal, toallas, que no tenía tampoco; alimentos”.
Con la suspensión del transporte interprovincial a causa del coronavirus, a Reñí no le quedaba más remedio que enviar dinero a Yoan Ricardo Llerena y a Danitza Vidal Pérez para que ellos visitaran a Nieto Muñoz y le llevaran las provisiones.
“Ella actualmente ahí no tiene nada”, le dijo Reñí a Ivette Pacheco. “Aimara tuvo una entrevista con la directora de la prisión para ver [qué había pasado con] la otra jaba, y la directora le dijo que ella desconocía que le habían quitado la jaba esa”.
Además de alimentos, entre los artículos robados en ese primer envío que nunca llegó a manos de la prisionera se encuentran toallas, chancletas, jabones y ropa interior, le conto entonces el esposo a Radio Televisión Martí.
La prisionera fue traslada en marzo a la cárcel de mujeres en Las Tunas luego de un motín en la cárcel de mujeres del Guatao, en La Habana, donde Nieto Muñoz cumplía sentencia de cuatro años de privación de libertad por los delitos de atentado, daño y desacato. Pese a que ella no participo en el motín, fue acusada de haberlo hecho y trasladada a Las Tunas.
“Al final todo era una patraña con la Seguridad del Estado”, denunció Reñí. “No los dejaron llegar ni a la prisión”.