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Las preocupaciones de Amnistía Internacional sobre Brasil


Seguidores de Jair Bolsonaro celebran su victoria en las presidenciales de Brasil.
Seguidores de Jair Bolsonaro celebran su victoria en las presidenciales de Brasil.

La organización defensora de los derechos humanos califica de tóxica las declaraciones que ha hecho el presidente electo, y espera que muchas de sus ideas no se conviertan en realidad.

Amnistía Internacional reaccionó con preocupación este lunes ante los resultados de las elecciones en Brasil y dijo que "el discurso tóxico no debe convertirse en política oficial".

"El presidente electo ha hecho campaña con una agenda abiertamente contraria a los derechos humanos y con frecuencia ha realizado declaraciones discriminatorias sobre distintos grupos de la sociedad", señaló la entidad civilista en un comunicado de prensa.

Advirtió que "la elección de Jair Bolsonaro podría entrañar un riesgo enorme para los pueblos indígenas y quilombolas, las comunidades rurales tradicionales, la comunidad LGBTI, la juventud negra, las mujeres, las personas que son activistas y las organizaciones de la sociedad civil si su retórica se convierte en política pública".

Amnistía también manifestó preocupación sobre la violencia en Brasil, y recordó que Bolsonaro ha prometido suavizar las leyes sobre el control de armas y "conceder a los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley autorización previa para matar".

"Si se aprueban, estas propuestas empeorarían el ya difícil contexto de violencia letal de Brasil, donde se cometen 63.000 homicidios al año, más del 70% de ellos con armas de fuego, y donde la policía perpetra aproximadamente 5.000 homicidios al año, muchos de los cuales son en realidad ejecuciones extrajudiciales", precisó el comunicado.

Otras inquietudes de Amnistía se refieren a la tierra y el medioambiente, pues Bolsonaro desea cambiar los procesos de demarcación de tierras y autorizar grandes proyectos de explotación de recursos naturales.

También ha hablado de suavizar la normativa medioambiental y ha criticado a los organismos de protección del medio ambiente.

Erika Guevara-Rosas, directora para las Américas de Amnistía Internacional, dijo que su organización "se pone del lado de los movimientos sociales, ONG, activistas y todas las demás personas que defienden los derechos humanos para garantizar que el futuro de Brasil venga con más derechos y menos represión".

(Con información de Amnistía Internacional)

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