El candidato derechista Jair Bolsonaro es el presidente electo de Brasil. Ganó las elecciones del domingo por más de 10 puntos porcentuales frente a su rival progresista Fernando Haddad, del Partido de los Trabajadores.
Durante su campaña, Bolsonaro prometió luchar contra la corrupción, ser un guía moral de la nación, y aprovechar las fuerzas del mercado para hacer crecer el país. Pero Cuba y las ideologías de izquierda también fueron temas de gran transcendencia.
Bolsonaro dijo que eliminará el programa “Mais Médicos”, el cual contrata los servicios de miles de galenos cubanos. Es una decisión que afectaría una de las fuentes de ingresos más importantes del régimen cubano.
Algunos especialistas en salud argumentan que “Mais Médicos” es de gran ayuda en zonas rurales del país. Otros, como el Consejo Federal de Medicina, dicen que los galenos cubanos no cumplen con los requisitos para trabajar en Brasil y no reciben salarios dignos, ya que el gobierno cubano se lleva la mayor parte de los más de 350 millones de dólares que se paga anualmente.
Otro problema es que los médicos cubanos que deciden quedarse en Brasil o abandonar la misión son obligados a vivir ochos años en el exilio. Cuba es uno de los pocos países del mundo que impone el exilio, castigo que ya era condenado en Inglaterra en el siglo 13.
Cabe destacar que unos 200 galenos cubanos del programa presentaron demandas en las cortes brasileñas para exigir un trato similar al resto de los extranjeros contratados.
Otra promesa de Bolsonaro es cobrar la deuda que Cuba le debe a Brasil. Por medio del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social de Brasil (BNDES), y de gestiones del entonces presidente Luiz Inácio Lula da Silva, Cuba obtuvo préstamos de bajo interés para invertir en la Zona Especial de Desarrollo del Mariel. Después de su presidencia, Lula da Silva representó a la constructora Odebrecht en Cuba.
“A través de nuestro Banco Nacional y otras fuentes, Brasil es uno de los mayores patrocinadores de una atroz agenda socialista”, ha dicho Bolsonaro en el pasado.
En el caso de Cuba, el pago de los préstamos concedidos por Brasil para la ejecución de las obras del Puerto del Mariel está detenido, y se acumulan unos $20 millones de dólares en cuotas atrasadas.
El presidente del BNDES, Dyogo Oliveira, ha dicho que fue un error haber concedido préstamos a Cuba y Venezuela en el pasado, ya que ahora está claro que esos países no podían cumplir con sus compromisos.
Caracas y La Habana deben conjuntamente alrededor de mil millones de dólares por préstamos concedidos bajo los gobiernos del Partido de los Trabajadores, y están retrasados en sus pagos, sostuvo Oliveira.
El comunicador cubano-brasileño Javier Iglesias, quien conoció personalmente a Bolsonaro en Brasilia durante una protesta en favor de los 75 presos políticos cubanos detenidos en la Primavera Negra del 2003, dijo el domingo a Radio Martí que Cuba parece tener más interés en devolver dinero al Club de París, asunto que Bolsonaro conoce muy bien.
Iglesias también considera que Bolsonaro asumirá una posición fuerte y clara sobre los derechos humanos, y denunciará la represión perpetrada por los gobiernos de Cuba, Venezuela y Nicaragua.
De forma similar se ha expresado el comunicador Jorge Hernández Fonseca, de la publicación Cuba Libre Digital.
El considera que la victoria de Bolsonaro contra el partido de Lula da Silva tendrá consecuencias que “extrapolan la simple y saludable presencia al frente del gobierno del Coloso Sudamericano de un nuevo gobierno, con un programa político liberal, de derechas, para nada ultra”.
“A nivel continental significa la declaración final de derrota del socialismo del Siglo XXI acuñado por Fidel Castro y Hugo Chávez en Nuestra América”, dijo el periodista.
“Acá, el viraje político comenzó con la apabullante victoria de Mauricio Macri sobre Cristina Kirchner en Argentina. Se continuó con el triunfo de Sebastián Piñera sobre los socialistas-comunistas chilenos. Fue sucedido por el formidable triunfo electoral de Iván Duque sobre el exguerrillero izquierdista Gustavo Petro y es coronado por el notable triunfo de Jair Bolsonaro”, sentenció Hernández Fonseca.
Hernández Fonseca también comentó que la victoria de Bolsonaro en Brasil significará el fin operativo del “Foro de San Pablo”, y será “un acicate adicional al cerco democrático que actualmente existe contra la dictadura narco-comunista de Nicolás Maduro”.
“La democracia tenderá a imponerse”, dijo Hernández Fonseca, tras elogiar la presencia de un renombrado economista brasileño de la “Escuela de Chicago” al frente del área económica del futuro gobierno.