La presa política cubana Brenda Díaz, una de las participantes en las protestas populares del 11 de julio de 2021, continúa sin establecer comunicación con su madre cuando han pasado 14 días del último contacto entre ambas, durante una visita, en la prisión Cuba-Panamá, en Mayabeque.
Ana Mary García, madre de la joven, precisó a Martí Noticias que su hija tiene derecho a realizar una llamada diaria, de lunes a viernes, durante tres minutos, pero en julio comenzaron las interrupciones en la comunicación. “Dicen que los teléfonos están rotos, no han tenido tiempo, parece, para arreglarlos”.
El 17 de julio fue la última vez que supo de su hija, de 29 años, quien es una mujer trans, paciente de VIH y ha sido víctima de malos tratos, agresiones y discriminación en el centro penitenciario para hombres donde se encuentra. Además, últimamente se encontraba con las defensas bajas, algo que supone un gran riesgo para las personas con su condición.
Durante una transmisión que realizó por su perfil en Facebook, el pasado 28 de julio, García exigió fe de vida de su hija y explicó que estaba preocupada porque tenía bajo el conteo de linfocitos CD4, que son los ayudan al organismo a combatir infecciones. “Brenda, en cualquier momento tiene una recaída, y Brenda no se está alimentando bien en la prisión”.
“La doctora le dijo que tenía que comer bastante maní molido y bastante proteína, pero proteína que no hay en la prisión, y que no me la dejan llevar. Me la dejan llevar el día de la visita nada más, porque por lo menos una se sacrifica y le lleva proteína para dos o tres días, y son dos o tres días al mes que por lo menos está bien alimentada”, contó.
La próxima visita, indicó a Martí Noticias Ana Mary García, es el 11 de agosto, pero ella reclama hablar con su hija y tener noticias suyas antes de esa fecha.
Brenda Díaz fue sentenciada a 14 años y siete meses de privación de libertad por los delitos de desorden público, desacato y sabotaje. La pena de siete meses se la impusieron ya en privación de libertad, en abril de este año.
Según el testimonio de su madre, este nuevo castigo se debió a que, en febrero, un guardia del centro penitenciario la ofendió con expresiones homofóbicas, su hija reaccionó y luego él la golpeó. En ese momento, permaneció 15 días aisladas y sin atención médica.
En las cárceles cubanas ahora mismo más de mil personas presas por motivos políticos, la mayoría de ellas por participar en las protestas contra el régimen de Miguel Díaz-Canel, en julio de 2021, y las denuncias de malos tratos que realizan sus familiares, o los mismos reclusos, son permanentes y muy similares.
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