Lucinda González, esposa del prisionero político cubano Silverio Portal Contreras, de 72 años, presentó el viernes una solicitud de licencia extrapenal a su favor en la Sala Quinta del Tribunal Provincial de La Habana.
Es la segunda vez que González presenta un recurso de licencia extrapenal para evitar que siga agravándose la salud de su esposo, quien había perdido la visión de un ojo tras sufrir isquemias transitorias en la cárcel 1580 de San Miguel del Padrón, en La Habana, y de quien ahora se teme que esté perdiendo la vista completamente.
“Lo que se hizo fue una solicitud de nuevo de la extrapenal”, le dijo el viernes González desde La Habana a la periodista de Radio Televisión Martí Ivette Pacheco. “No me querían recibir [el documento], pero me puse tan mal que lo recibieron y lo firmaron”, explicó la esposa del preso político.
Quien recibió la solicitud y firmó una constancia fue la secretaria de la fiscal de la Sala Quinta, dijo.
“Me dijo: mira cálmate, que así como te pones no vas a resolver nada; yo te lo voy a recoger”, contó González entrevistada por Pacheco. “Porque verdaderamente llamaron y todo a la prisión, y parece que les dijeron que Silverio estaba mal, como se los dije”.
Ante la negativa inicial de la fiscalía, González insistió y les advirtió a los funcionarios que con su actitud iban a convertirse en cómplices de un crimen.
“Se los dije: Silverio se está muriendo; ustedes se van a manchar las manos de sangre tanto como el régimen, porque Silverio está muriéndose dentro de esa prisión”, relató la esposa del prisionero político.
Fue entonces cuando la fiscal le dijo a la secretaria que aceptara el documento, no sin antes pedirle a González que escribiera de puño y letra que se trataba de una solicitud de licencia extrapenal a favor de Silverio Portal Contreras, añadió.
Normalmente en estos casos las autoridades “judiciales” dicen disponer de 60 días hábiles para responder una solicitud, le explico González a la periodista de Radio Televisión Martí, pero esta vez no le precisaron un plazo.
Condenado a cuatro años de prisión por presuntos delitos de “desacato” y “desorden público”, Portal Contreras cumplió el 18 de junio dos años de la condena. Desde agosto de 2019 Amnistía Internacional lo había declarado prisionero de conciencia.
“A mi esposo se le han negado todos los beneficios que puede tener un recluso”, le dijo en abril González a Pacheco. “Le denegaron primeramente campamento, después le negaron la extrapenal, y ahora le niegan la mínima”, contó, refiriéndose respectivamente a solicitudes de modificación de condena para que la cumpliera en un campamento de trabajo “correccional”, en su hogar bajo licencia o, por lo menos, en el plazo mínimo contemplado.
Silverio está enfermo, y cada día se va deteriorando más y más, advirtió entonces su esposa, también activista de derechos humanos.
“El 29 [de junio], el oficial que se hace llamar Pedro me dijo que iba a dejarme ver a Silverio según yo me portara en las redes sociales”, declaró hace poco más de una semana. “Quieren evitar que yo siga haciendo mis denuncias, y yo no voy a parar, porque realmente Silverio se me está muriendo dentro de la prisión”.
