Fernando Eloy González Herrera, de 36 años, condenado por su participación en las protestas populares del 11 de julio de 2021 en Ciego de Ávila, tuvo que ser internado en el hospital de Morón, de esa provincia, por complicaciones de un cáncer en la lengua.
El joven condenado a nueve años de cárcel tras ser hallado culpable de los delitos de atentado, desacato y desórdenes públicos, está recluido en la Prisión Provincial de Ciego de Ávila "Canaleta", en el Destacamento Nº 3.
“Todo el mundo lo sabe, llevo nueve meses con este problema y no se me ha atendido como se me tenía que atender y ahora esto ha cogido fuerza que ya me ha comido la punta de la lengua y mitad por los lados y no se me quiere llevar a operar”, denunció el prisionero político desde el centro de salud de Morón en comunicación telefónica con el periodista independiente Adriano Castañeda.
En la conversación telefónica, el preso político responsabilizó a las máximas autoridades del penal de Canaleta por el agravamiento de la enfermedad de González Herrera.
“Primera vez que él tiene contacto para que se conozca su situación, él es uno de los tantos presos del 11 de julio que no se conocía realmente su situación actual”, refirió Castañeda.
El sitio de monitoreo de los arrestos y enjuiciamientos tras las protestas masivas del verano de 2021 Juticia 11J tiene una ficha extensa de este caso, pero no incluye lo relacionado a su salud.
"Agentes de la Seguridad del Estado lo detuvieron en su domicilio, en medio de la noche, horas después de que participara en una protesta. No le mostraron una orden de arresto. Al momento de su detención estaba desnudo y la policía no le permitió vestirse antes de llevárselo a la estación", indica el grupo.
Tras su arresto estuvo incomunicado, detenido en la unidad de Instrucción Penal y en desaparición forzada, precisa Justicia 11J.
Castañeda dijo que supo lo que le sucedía al joven gracias al prisionero Yanko Ramírez Labrada, quien fue trasladado a Canaleta y le ofreció al enfermo el teléfono del periodista independiente.
“Desde el primer momento, el jefe de la prisión de Canaleta, el Mayor Noel Morales y Ana Ibis Betanzos, doctora y jefa del puesto médico de Canaleta, lo han engañado, lo han manipulado”, denunció el comunicador.
En su opinión, el caso de Fernando Eloy González revela un descuido total por parte de los funcionarios "que tienen que velar por la vida de los presos".
"No le han dado inmediatez ni el diagnóstico preciso", dijo el periodista.
Por su delicado estado el joven merecía "estar operado desde hace rato", comentó Castañeda.
"Él dice que teme por su vida y bueno ya tuvieron que llevarlo para la sala de penados del hospital, porque parece que vieron que la situación era bien complicada, pero no se han movido realmente con rapidez”, concluyó el periodista.
El informe mensual “Personas privadas de libertad con situaciones delicadas de salud” que elebora el Centro de Documentación de Prisiones Cubanas ha revelado numerosos casos de falta de medicamentos y de atención médica a los reclusos.
Los problemas de salud se agravan con la pésima alimentación que provoca escenarios de hambruna según los propios reclusos, la proliferación de enfermedades como el Oropouche, dengue, tuberculosis, diarreas, escabiosis y gripe, las plagas de insectos como las chinches, el agua contaminada y las malas condiciones estructurales de las prisiones, indica esta organización.
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