El preso político del 11 J en Holguín, Cruz García Domínguez, quien se había plantado desde el pasado lunes en la prisión provincial, tras recibir en el Tribunal Provincial la sentencia firme de 18 años de cárcel por el delito de sedición, decidió levantar la huelga de hambre este viernes para evitar el desgaste físico de su esposa, Virgen María Naranjo, quien también estaba en huelga en su hogar, en apoyo a Cruz García.
Desde Holguín, el activista Ramón Zamora dijo a Radio Martí que un recluso a quien el Dominguez le dio la información, fue el encargado de transmitirla a sus familiares.
“Cruz García Domínguez dice que levanta la huelga justamente para que la familia no sufra y, en este caso especial, su esposa, que se plantó en huelga de hambre también para apoyarlo”, informó Zamora.
El objetivo del “plante” de García Domínguez, condenado por el supuesto delito de sedición, una de las figuras delictivas más graves del código penal cubano, era reivindicar sus derechos ciudadanos en rechazo a dicha sanción.
Y todo parece indicar que la decisión de hacer la huelga a dúo fue tomada por la pareja durante la última visita familiar en prisión.
Según Zamora, una poderosa razón por la que Cruz García abandonó la huelga, fueron “los hijos, viendo a su madre en una cama en inanición, pues él entonces levantó la huelga para evitar el sufrimiento a su familia”, declaro el activista holguinero.
Cruz García Domínguez fue sacado de la celda de castigo en cuanto depuso la huelga y de inmediato fue reinstalado en la compañía de reclusos donde se hallaba antes de plantarse.
En su momento Arennis García Naranjo, uno de los hijos del matrimonio de Cruz García con Virgen María Naranjo, dijo a Radio Martí que sus padres formaban un matrimonio “de más de 40 años” y que, aunque todos en la familia se sentían “destrozados”, su madre era la más afectada porque “nunca se habían separado” y consideró “lógico que ella tome esa misma postura”.
(Con reporte de Tomás Cardoso para Radio Martí)