El preso político Manuel de Jesús Rodríguez García, de 32 años, está confinado en una celda de castigo en la prisión Kilo 5 y Medio de Pinar del Río, desde hace casi dos meses.
“Sólo porque él denunció la deficiente forma que están llevando allí el COVID-19 es que lo tienen en la celda trancado. Hace un mes y nueve días que mi hijo está sufriendo en una celda sin ventilación, cerrada, adonde el sol no llega nunca. En el horario reglamentado de dos horas diarias que lo deben sacar al sol, no lo han hecho nunca. Es un muchacho que padece de asma y está corriendo tremendo peligro rodeado de enfermos de coronavirus”, dijo a Radio Televisión Martí, su madre Nilda García Fleitas, desde Entronque de Herradura en la provincia pinareña.
Las autoridades cubanas aseguraron, al inicio de la pandemia, que los establecimientos penitenciarios tenían las condiciones para evitar los contagios, pero la situación higiénica, el hacinamiento, las precarias atenciones de salud que reciben los reclusos unidas a la falta de disciplina del personal que trabaja en los penales, llevaron a la expansión del coronavirus por toda la red carcelaria del país.
“Yo no he recibido llamadas de él en todo ese tiempo y tampoco lo hemos podido ver, desde que empezó la COVID-19, hace un año, yo no veo a mi hijo. Le llevé un saco con comida. Según ellos [los guardias] dicen que se la dieron pero yo no tengo seguridad porque yo con él no he hablado,” lamentó la madre.
Rodríguez García fue condenado en 2016 a 8 años de privación de libertad por los supuestos delitos de “Desacato”, “Atentado”, “Difamación de las Instituciones y Organizaciones y de los Héroes y Mártires” y “Ultraje Sexual”.
“El delito de ultraje sexual es frecuentemente usado por la Seguridad del Estado de acá de Pinar del Río para desacreditar a los opositores. Por ese delito fue juzgado también el activista Rolando Cáseres”, indicó García Fleitas.
A pesar de que el prisionero político ya cumplió más de la mitad de su sentencia, las autoridades penitenciarias no le han otorgado el beneficio de libertad condicional, establecido en el Reglamento de Cárceles y Prisiones de Cuba.
Personalidades y organismos internacionales han hecho llamadas de atención por Manuel de Jesús Rodríguez, entre ellos, el secretario general de la OEA, Luis Almagro.