Las autoridades del Centro Penitenciario Mujeres de Occidente del Guatao, en La Habana, prohibieron la visita reglamentaria que les correspondía este miércoles a María Cristina Garrido y Angélica Garrido, ambas presas en relación con las protestas del 11 de julio en Quivicán, Mayabeque.
“Cuando llegamos a las 9 de la mañana, hora en que debía comenzar la visita, nos intercepta la jefa de la prisión, una mayor, y nos dice que las hermanas Garrido no tienen ese derecho porque no están vacunadas”, explicó el esposo de María Cristina, Michael Valladares, quien había recorrido 34 kilómetros para llegar al lugar.
María Cristina Garrido y Angélica Garrido habían rechazado la inmunización cuando se llevó acabo en el penal debido a que hacía pocos días se habían infestado con COVID-19 y estimaron que no debían vacunarse en ese momento, relató Valladares a Radio Televisión Martí.
“Allí hay otras reclusas que no están vacunadas y se les ha permitido la visita presencial. La oficial me dijo que ese beneficio para las Garrido depende de ella”, agregó.
Las hermanas, militantes del Partido Republicano de Cuba, fueron detenidas con violencia el 12 de julio cuando se dirigían a la unidad policial local a interesarse por unos amigos aprehendidos.
El expediente en fase preparatoria, que las incluye a las dos, fue cerrado hace más de un mes, pero, a 100 días de estar encarceladas, la petición fiscal aún no ha sido entregada a su representación legal.
Las Garrido están acusadas de desorden público, desacato, atentado y resistencia y la Seguridad del Estado quiere achacarle el liderazgo de las manifestaciones en Quivicán.