El multimillonario cubano Mike Fernández, figura crucial en la normalización de la relaciones con Cuba impulsada desde 2014 por la Administración de Barack Obama, señaló en entrevista exclusiva con Radio Televisión Martí el momento exacto en que las autoridades comunistas echaron atrás esa política de acercamiento.
A su juicio, el momento clave fue el 22 de marzo de 2016 cuando el presidente de Estados Unidos se dirigió al pueblo de Cuba en un discurso desde el Gran Teatro de La Habana.
“Nosotros estuvimos ahí el día del discurso de Obama. Estábamos sentados en la mano derecha del escenario, muy cerca a él y la reacción que yo vi fue una reacción interesante porque antes de que nadie aplaudiera del público, y sí había muchos cubanos de la facción del gobierno de Cuba, ellos no aplaudían sin mirar hacia donde estaba Raúl y su gabinete, para ver si ellos aplaudían o no. O sea que se veían guiados, no tenían la libertad de apoyar o rechazar una posición porque lo pensaban así. O sea estaban siguiendo su manera de operar. Pero yo pienso que el discurso de Obama le dio mucho miedo al gobierno cubano porque tenía tanta razón en todo lo que dijo. Obama tenía tanta razón”, dijo Fernández en entrevista con el periodista Ricardo Quintana.
“Y fueron esas personas atrás de Raúl que pusieron su opinión, juntaron las opiniones de ellos y decidieron desatar las conexiones que se habían hecho durante los dos años anteriores”, declaró el magnate.
Preguntado sobre quiénes dentro del régimen cubano fueron los responsables de revertir la política de normalización de las relaciones diplomáticas y el acercamiento comercial que intentaba impulsar la administración Obama, Fernández precisó: “Yo diría que los históricos, por supuesto, porque era el grupo a quien Raúl (Castro) le iba a hacer caso. Pero también las caras nuevas, como (Luis Alberto Rodríguez) López-Calleja, que hoy en día maneja la economía de Cuba a través de las posiciones que tiene en su ejército. Lo que no se da cuenta es que, si él cambiara ese sistema, pudiera hablar de hacer una contribución al país en cantidades de dólares, no en centavos, porque solamente la idea de tener el control y no perder ese control le está costando la vida, las carreras y el futuro a millones de cubanos”.
Sobre la circunstancias que lo llevaron a apoyar las negociaciones con el régimen del general Raúl Castro el empresario relató: “Yo veía el problema de Cuba-Estados Unidos, como un problema que empezó con una buena idea, que el embargo contra Cuba era para apretarlos a ellos, obviamente. Pero llegó el punto en cual se convirtió en un arma para ellos atacarnos a nosotros. Y era momento de considerar un cambio. Yo estuve en el ejército, durante el tiempo de Vietnam y vi que, con el tiempo, abrimos las puertas con Vietnam. Ahí murieron 58000 americanos. Sin embargo, hoy en día es una economía que echó para adelante. Probablemente, una de las economías que más está creciendo en esa parte del mundo. Y Cuba necesitaba una cosa que se considerara un cambio y la administración de Obama lo que ofreció fue abrir la ventana un poquito. Yo estaba casi seguro de que, cualquier cosa que pasaría, no iba a ser lo que él pensaba, lo que Obama pensaba, pero iba a ser parte de un cambio. Quería participar como cubano en ese proceso”.
“Uno fracasa solamente cuando se rinde y el tema de Cuba no se ha rendido todavía. Es que ese tema yo tengo fe de que siga. Va a haber otra oportunidad de conversar. Hay dos opciones con el enemigo: es conversar y dialogar o pelear. Y ya después de 62 años. No vamos a pelear”, declaró el presidente de la firma de inversión en empresas de salud MBF Heathcare Partners.
El cubano en Cuba tiene una obligación con su país
Sobre el capital humano para procurar un cambio en Cuba, comparó a los primeros exiliados con los cubanos de la actualidad: "Los hombres como los que fueron en la Brigada 2506 a Playa Girón, hoy en día esa clase de persona, de esa clase de rectitud personal, esa clase de convicción humana, es difícil encontrarla, o sea que la única solución de Cuba va a ser una conversación de dialogar con ellos y llegar a un acuerdo".
Fernández habló también de los manifestantes del 11 de julio y la represión que ha intentado acallar las protestas en la isla y dijo que el de Cuba es un "sistema de opresión como el de Hitler, Mussolini o Trujillo".
"Hoy en día es otro sistema opresivo que reacciona con violencia, pero está en las manos del cubano en Cuba de hacer los cambios, no de nosotros aquí en el exilio. A nosotros ya se nos pasó el tiempo y nuestra vida ha cambiado. Pero igual que hoy en día en Ucrania, está en las manos de esos hombres y mujeres peleando sin armas solamente con sus ideas, peleándose contra los rusos. El cubano en Cuba tiene una obligación con su país y yo espero que algún día pase algo", concluyó.