El hombre que gobierna la empresa turística más rentable de Cuba, no se graduó en Administración de Negocios, en ninguna universidad, surgió del aparato militar que armó durante medio siglo Raúl Castro, esperando su turno como heredero del poder.
El General de Brigada Luis Pérez Róspide, de 73 años de edad, presidente de la poderosa empresa militar Gaviota S.A., no ocupa espacios en la prensa oficial, y no es conocido más allá de los círculos empresariales de la industria turística internacional con quienes negocia jugosos contratos.
La transparencia no es una virtud que ha caracterizado más de medio siglo del gobierno comunista y todavía sigue sin serlo. Descontando a una docena de generales y jerarcas del Partido Comunista, los cubanos desconocen en realidad quiénes son los hombres que tienen en sus manos el presente y futuro de sus vidas.
Su entrada al mundo empresarial comenzó en 1988, cuando Raúl Castro lo nombró Director de la Unión de la Industria Militar, a cargo de garantizar la reparación general de todo el armamento y técnica de las FAR: naval, terrestre y aérea (aviones, barcos, cañones, tanques, equipos de comunicaciones, etc.) fabricar sus piezas de repuesto y producir todo el armamento ligero de las Fuerzas Armadas.El general Pérez Róspide inició su aventura militar, bajo las órdenes de Raúl Castro con apenas 15 años en su natal Guantánamo. Desde entonces su vida transcurrió en los cuarteles. En 1964, a los 21 años fue enviado a estudiar a la Unión Soviética y regresó graduado de Ingeniero Mecánico Militar, especializado en Técnica Blindada.
Ahora su misión es construir hoteles en asociación con empresas extranjeras, para crear la infraestructura que necesita el plan de desarrollo turístico cubano.
su misión es construir hoteles en asociación con empresas extranjeras
Bajo la perspectiva de Raúl Castro no es una tarea para economistas ni empresarios civiles, es cuestión de militares, formados bajo la disciplina del ordeno y mando, del “cumplimiento de las misiones encomendadas”.
Es también una fórmula para compartir “las mieles del poder”, con el aparato militar que sostiene al régimen.
López Róspide, no es el único militar de alto rango que se mueve en el mundo empresarial. La lista incluye, entre otros, al Coronel Héctor Oroza Busutin, director del monopolio corporativo de importación y exportación (CIMEX), que maneja operaciones por $1,000 millones de dólares anuales y una larga lista de militares retirados y miembros de la reserva que administran desde hoteles hasta tiendas minoristas y algún que otro paladar.
¿Algunas vez esas corporaciones militares han rendido cuenta de sus negocios ante los diputados de la Asamblea Nacional?
Por encima de todos está el general de división Luis Alberto Rodríguez López-Callejas, presidente del Grupo de Administración Empresarial S.A. (GAESA) de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), que controla más del 70% del comercio minorista en Cuba, y un conglomerado de holdings conformados por al menos 57empresas.
Las cifras más recientes, del año 2015, muestran que Gaviota S.A, con 24,376 empleados, tiene en operación más de 55 hoteles, con un total de 24,000 habitaciones, sus ventas superaron los $650 millones de dólares.
Este video de la Corporación Gaviota S.A, difundido por esa firma entre algunos de sus clientes y futuros inversionistas, muestra los proyectos en desarrollo y algunas de las obras ya concluidas.
Una pregunta queda flotando en el ambiente tras conocer el voluminoso potencial económico en poder de los militares cubanos. ¿Alguna vez esas corporaciones militares han rendido cuenta de sus negocios ante los diputados de la Asamblea Nacional?