La historiadora del arte y activista cubano-española, Carolina Barrero denunció al régimen de Cuba por haber traspasados todos los límites del derecho ciudadano y humano.
En un mensaje de audio divulgado en redes por su colega, la también activista Anamely Ramos, Barrero expresa: "Desde que esta tarde mi teléfono móvil dejó de funcionar me encuentro aislada, incomunicada y sitiada por la Seguridad. Antes de que acaben los datos del dispositivo al que estoy anclada quisiera dejar un mensaje claro: A pesar de la amenaza de construirnos un caso judicial, de las amenazas a nuestra integridad física, de las ofensas, de las calumnias, de la mentira y del abuso, de haber traspasado todos los límites del derecho ciudadano y humano, contra quienes precisamente lo defienden, quiero decir que sabemos dónde está la verdad".
"Más allá de los cercos policiales, más allá del aislamiento y la mentira nos une hoy esa certeza inquebrantable", declaró la joven, quien ha sido detenida, interrogada y constantemente vigilada desde que a su regreso a Cuba se unió el 27 de enero a varios miembros del grupo 27N, en una protesta pacífica a las afueras del Ministerio de Cultura y a exigir un diálogo con la institución.
El viernes Barrero, quien es licenciada en Historia del Arte por la Universidad de La Habana y Máster en Instituciones Culturales por la Universidad Complutense de Madrid, denunció en su perfil de Facebook que la tuvieron 25 días aislada bajo pretexto de la crisis epidemiológica y que saldría a ejercer sus derechos ciudadanos, pero cuando salió a comprar agua, fue arrestada.
De acuerdo con el relato de Ramos, Barrero fue fue tratada con violencia por el instructor penal Vladimir y el agente de la seguridad Darío.
"Ambos se unieron, haciendo gala de toda su cobardía y naturaleza repulsiva, para ofenderla, gritarle y amenazarla durante horas. Le dijeron que le abrirían causas, incluso ella pudo oír cómo en el pasillo empezaban a rifarse cuál causa podría ser de todas, como si la vida de la gente se tratara de fichas de un juego de mesa. Después entraron y siguieron con toda la barbarie, irrespetando cualquier forma de derecho y dignidad y sin que faltara la amenaza también a su integridad física. Carolina solo había bajado a buscar agua y fue tirada entre varios a la patrulla al ser detenida por segundo día consecutivo", denuncia Ramos.
