El general Raúl Castro, criticó con dureza la política migratoria y comercial del mandatario estadounidense, Donald Trump, en momentos en que Washington revisa una frágil distensión con el país de gobierno comunista puesta en marcha por su predecesor, Barack Obama.
En sus primeras declaraciones críticas contra la administración Trump desde su toma de posesión en enero, Castro calificó de "egoístas" sus políticas comerciales y de "irracional" su plan de construir un muro a lo largo de la frontera mexicana.
El general, aparentemente preocupado por los migrantes mexicanos no hizo nada por resolver la crisis de miles de migrantes cubanos atravesando selvas y fronteras a través de Centroamérica durante 2015 y 2016 y que dura hasta el presente con la amenaza de Panamá y otros países, con la avenencia de Cuba, de deportar a los isleños varados al sur del río Bravo.
El Servicio Nacional de Migración istmeño confirmó este miércoles que el memorando suscrito en La Habana ese día es "para las deportaciones de cubanos que se encuentren de manera irregular en la República de Panamá", el Gobierno tiene localizados en diferentes albergues a 499 isleños.
El discurso de Castro fue realizado durante la cumbre de líderes izquierdistas del ALBA celebrada en Venezuela y emitido por la televisión estatal cubana la noche del domingo.
La Casa Blanca dijo el mes pasado que está llevando a cabo "una revisión completa de todas las políticas de Estados Unidos hacia Cuba".
Castro dijo que "la nueva agenda del Gobierno de los Estados Unidos amenaza con desatar un proteccionismo comercial extremo y egoísta que impactará en la competitividad de nuestro comercio exterior, vulnerará acuerdos ambientales y perseguirá a emigrantes".
Asimismo, aseguró el general que la emigración se debe a la creciente desigualdad y pobreza causados por un sistema económico internacional injusto y que un muro a lo largo de la frontera mexicana sería, por tanto, una "irracionalidad" dirigida contra todos los latinoamericanos, no solo los mexicanos.
El militar cubano agregó que hoy “continúa siendo decisivo el vínculo entre el ALBA y el Foro de Sao Paulo y la relación entre los gobiernos revolucionarios y progresistas con las fuerzas políticas, los movimientos populares, las organizaciones sindicales, campesinas, estudiantiles, académicas y con la intelectualidad de nuestros pueblos”.
Tras la caída del Muro de Berlín, en 1989,y del derrumbe del comunismo después en la ex Unión Soviética, Fidel Castro decidió sustituir el apoyo que recibía del Bloque Oriental por el de una transnacional latinoamericana.
Aprovechando el poder parlamentario que tenía el Partido de los Trabajadores (PT) en Brasil, Fidel Castro convocó en 1990, junto con Luis Ignacio "Lula" Da Silva, a todos los grupos guerrilleros de América Latina a una reunión en la ciudad de Sao Paulo, con el fin no sólo de recibir el apoyo sino también de recrear el antiguo bloque comunista en tierras latinoamericanas.
(Con información de Reuters, prensa venezolana y cubana)
