Una revista católica llamó este jueves a los cubanos a "no quedar atrapados" en los temores y rencores de medio siglo de confrontación entre Cuba y Estados Unidos y a aceptar el restablecimiento de relaciones diplomáticas.
"Somos un pueblo herido por una larga confrontación, pero el dolor no es más grande en un lado que en el otro", dijo la revista Palabra nueva, del Arzobispado de La Habana que encabeza el cardenal Jaime Ortega, en referencia a los cubanos de la isla y la diáspora, así como simpatizantes del Gobierno y anticastristas.
El anuncio del acercamiento bilateral, el 17 de diciembre, "ha generado alegría y esperanzas en muchos cubanos que residen dentro y fuera de la Isla, también en otras naciones", pero en otros despertó rechazo y desconcierto, señaló.
El artículo fue publicado en la edición digital de la revista, mientras los dos países discutían en La Habana los pasos para la normalización de relaciones y reapertura de embajadas, pero no fijaron una fecha para tal paso.
"A quienes se duelen porque piensan que de este modo no se hace justicia a sus pérdidas materiales o humanas, con todo respeto se les deberá escuchar en el momento indicado y honrar su dolor, y proponerles vivir hoy el gran desafío que significa enderezar el camino torcido que precisamente tantos dolores causó, para no quedar atrapados en el pasado", dijo la revista.
Unos "se molestan porque entienden que el gesto de Barack Obama y de Raúl Castro es una traición a su dolor personal, otros se indignan porque puede desaparecer el enemigo que justifica su razón de ser o sobrevivencia, y esto es posible encontrarlo también de un lado y de otro", añadió.
Indicó que mientras en el exilio hay amenazas de entorpecer el proceso, en la isla "no faltarán los ideólogos que continuarán levantando el fantasma del enemigo que nos quiere destruir, ahora con su 'poder blando', y tratarán de mantener el pie detrás de la puerta para, al menos, frenar el proceso".
Recordó los llamados de la Iglesia a la reconciliación entre los dos países y la mediación del papa Francisco en el proceso que llevó al acuerdo entre Castro y Obama.
"El proceso de normalizar las relaciones tomará tiempo, será tortuoso en ocasiones y sedoso en otras, pero el paso primero ha sido dado y ese es el más importante porque ha roto la parálisis", concluyó.