El gobierno cubano debería preguntarse por qué se autolesionan los jóvenes reclutas del servicio militar antes de emitir la "desesperada" y "cruel" orden de sancionarlos, cuestionó un opositor sobre la medida anunciada el miércoles por el Ministerio de Justicia.
Los tribunales militares de Cuba sancionarán a los reclutas del Servicio Militar Activo (SMA) que se autolesionen durante el cumplimiento de ese período, que en la isla es obligatorio para todos los varones mayores de 16 años, informaron las autoridades.
La medida responde a un incremento de autolesiones entre los soldados "a partir de la ingestión de objetos (tornillos, arandelas, cuchillas, etc.), con la intención de evadir el cumplimiento de las actividades propias de la unidad disciplinaria y las obligaciones del servicio militar", señaló el miércoles el Ministerio de Justicia en una publicación extraordinaria de la Gaceta Oficial.
La mayoría de estos casos han sido dictaminados no aptos para el servicio militar, por lo que "no han sido procesados por la fiscalía militar, y en ocasiones resultaron absueltos por el tribunal militar", dijo María Belén Hernández Martínez, secretaria del Consejo de Gobierno y del Tribunal Supremo Popular, quien firma el comunicado.
El opositor Manuel Cuesta Morúa rechazó la medida que, afirma, es "un acto desesperado" y "cruel" del gobierno cubano para intentar sostener "la idea de que los jóvenes tienen que pasar por el sacrificio del servicio militar antes de lograr cualquier aspiración, no importa lo inútil que sea el entrenamiento militar en Cuba, porque no hay ninguna amenaza de guerra".
Cuesta Morúa opinó que en lugar de responder a la demanda de muchos padres y jóvenes "de abolir el servicio militar obligatorio" y profesionalizar el ejército, el gobierno obliga a los jóvenes a pasar por "el ejercicio inútil de aprender a disparar, matar... en unas circunstancias en las que ya Cuba no requiere ni siquiera un ejército".
"Si los jóvenes se autolesionan están enviando un mensaje de que profundamente sienten un rechazo a todo lo que sea prácticas militares, a todo lo que sea guerra, a todo lo que sea ejército", subrayó el opositor.
El gobierno debería averiguar las causas de este fenómeno antes de querer sancionarlo, sugirió Cuesta Morúa. Entretanto, la situación requiere "toda la atención y la denuncia" por parte de las instituciones y la prensa, concluyó el opositor.
Ricardo Fernández Izaguirre, periodista cristiano de la congregación de Fuego y Dinámica en Camagüey, dijo a Radio Martí que muchos jóvenes se agarran a su fe para evitar el paso del servicio militar. "Si somos pacifistas no tenemos por qué tomar armas, y menos usarlas para dañar si somos cristianos", señaló.
Sobre la orden, Fernández Izaguirre opinó que constituye "un paso más atrás con respecto al relajamiento que había estado teniendo el servicio militar, y lo que demuestra es (...) que somos medios básicos del estado".
(Incluye reportes de Idolidia Darias para Radio Martí)