La Asamblea Nacional de Cuba aprobó el martes una ley que prohíbe erigir estatuas conmemorativas a Fidel Castro (1926-2016) o bautizar lugares públicos con su nombre, atendiendo a los deseos que expresó en vida.
Según dice su hermano menor, el ex dictador siempre dijo que no quería un culto a la personalidad, pero sus críticos señalan que existe en todas partes. Frases suyas están en carteles en las calles y su nombre se invoca en cada evento público.
Desde su muerte el pasado el 25 de noviembre, una enorme foto de Castro en su juventud con traje de combate y un rifle y una mochila en la espalda cuelga de un edificio de la Plaza de la Revolución en La Habana.
"Nuestro mayor homenaje no será poner su nombre en todo lo que edifiquemos, sino mantener viva su obra y continuar con nuestra sociedad socialista", dijo la legisladora Jennifer Bello Martínez, presidenta nacional de la Federación de Estudiantes Universitarios, según la publicación estatal Juventud Rebelde.
Raúl Castro ya había anunciado que su hermano mayor no quería ser inmortalizado en estatuas o nombres de lugares.
El sábado 3 de diciembre, durante el último acto de masas en memoria de su hermano fallecido, Raúl explicó su deseo:
"Fiel a la ética martiana de que “toda la gloria del mundo cabe en un grano de maíz”, el líder de la Revolución rechazaba cualquier manifestación de culto a la personalidad y fue consecuente con esa actitud hasta las últimas horas de vida, insistiendo en que, una vez fallecido, su nombre y su figura nunca fueran utilizados para denominar instituciones, plazas, parques, avenidas, calles u otros sitios públicos, ni erigidos en su memoria monumentos, bustos, estatuas y otras formas similares de tributo".
La ley no prohíbe que artistas usen la imagen de Fidel Castro en obras, precisó la prensa estatal. Las fotos de él en colegios, universidades e instituciones públicas pueden mantenerse.
[Con información de la prensa cubana y la agencia Reuters]