Mirtza Ocaña, una cubanoamericana residente en Tampa, fue sentenciada a cinco meses de prisión tras ser encontrada culpable de contrabando de $102,709 dólares.
La condena fue dictada por la jueza Kathryn K. Mizelle en un tribunal federal, marcando el desenlace de un caso relacionado con el tráfico de dinero entre Cuba y Estados Unidos.
Además de la pena de cárcel, Ocaña cumplirá tres años de libertad supervisada y deberá pagar una multa de $10,000.
La mujer, de 39 años, deberá entregarse el próximo lunes para iniciar su sentencia. Su abogado defensor, Juan C. Mercado, destacó que la resolución fue favorable, ya que evitó una pena más severa que podría haber alcanzado cinco años por cada cargo.
Según documentos judiciales, Ocaña realizaba frecuentes viajes a Cuba —unos 40 viajes desde junio de 2023, según documentos de la corte— y en al menos 16 ocasiones transportó dinero en efectivo sin declararlo, como exige la ley federal.
Durante una inspección en el Aeropuerto Internacional de Tampa el pasado 5 de febrero, las autoridades descubrieron $102,709 escondidos en su equipaje, a pesar de haberle dicho a los agentes de Aduanas y Protección Fronteriza que no tenía dinero en efectivo para declarar. Ocaña admitió que contrabandeaba con frecuencia dinero en efectivo a EEUU desde Cuba y que le pagaban entre 1.000 y 2.500 dólares cada vez que lo hacía.
Ocaña se declaró culpable en agosto. Su defensa presentó pruebas de su cooperación parcial en el caso y argumentó que Ocaña es madre de tres hijos, incluyendo dos menores de edad. También argumentó que había sufrido un accidente laboral que resultó en una operación de la rodilla y que nunca se recuperó del todo, y resaltó que no tenía antecedentes penales, según docuementos de la corte.
No obstante, el gobierno argumentó que el caso era representativo de una operación sostenida y sofisticada de contrabando de dinero, y solicitó 11 meses de prisión y 32.000 dólares de multa.
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