Una serie de fuertes sismos sacudió el oeste de Japón, causando la muerte de por lo menos 48 personas, además de dañar miles de edificios, vehículos y embarcaciones, y las autoridades advirtieron el martes a los habitantes de algunas zonas que se mantuvieran alejados de sus hogares ante el riesgo de que se produjeran más terremotos de gran magnitud.
Las réplicas continuaban sacudiendo la prefectura de Ishikawa y zonas cercanas un día después de que un temblor de magnitud 7,6 sacudiera la zona el lunes por la tarde.
Se confirmó la muerte de 48 personas en Ishikawa, de acuerdo con funcionarios. Otras 16 resultaron gravemente heridas, mientras que los daños a las viviendas fueron tan graves que no pudieron ser cuantificados de inmediato, añadieron.
Medios japoneses indicaron que decenas de miles de viviendas fueron destruidas. Yoshimasa Hayashi, portavoz gubernamental, dijo que 17 personas resultaron heridas de gravedad y dio una cifra de muertos ligeramente menor, al tiempo que dijo que estaba al tanto de la cifra proporcionada por la prefectura.
Los servicios de agua, electricidad y telefonía celular seguían inoperantes en algunas áreas. Los residentes expresaron tristeza por sus viviendas destruidas y el futuro incierto.
"No es sólo que sea un desastre. El muro se ha venido abajo, y es posible ver al cuarto contiguo. No creo que podamos seguir viviendo aquí", dijo Miki Kobayashi, residente de Ishikawa, mientras recorría su casa.
Su vivienda también resultó dañada en un terremoto de 2007, señaló.
El ejército japonés envió un millar de soldados a las zonas siniestradas para unirse a las tareas de rescate, dijo el primer ministro Fumio Kishida.
"Salvar vidas es nuestra prioridad y estamos librando una batalla contra el tiempo", declaró . "Es crucial que las personas atrapadas en las casas sean rescatadas inmediatamente".
Mientras hablaba, se produjo otro sismo de magnitud preliminar 5,6 en el área de Ishikawa. Los bomberos lograron controlar un incendio en la ciudad de Wajima, el cual había enrojecido el cielo con brasas y humo.
Las autoridades reguladoras de la industria nuclear afirmaron que varias plantas nucleoeléctricas de la región funcionaban con normalidad. Un fuerte sismo y un tsunami subsecuente en marzo de 2011 provocaron la fusión de tres reactores en una planta nuclear en el noreste de Japón.
Los videos de noticiarios mostraban hileras de casas derrumbadas. Algunas estructuras de madera se desplomaron y había coches volcados. Barcos medio hundidos flotaban en bahías donde olas de tsunami habían entrado.
El lunes, la agencia meteorológica de Japón emitió una advertencia de tsunami de gran magnitud para Ishikawa y otras advertencias de maremotos de menor tamaño para el resto de la costa occidental de la isla de Honshu, la principal de Japón, al igual que para la isla de Hokkaido en el norte.
Varias horas después la advertencia fue degradada de magnitud, y el martes por la mañana fueron canceladas todas. Algunos lugares recibieron olas mayores a un metro (3 pies).
La agencia advirtió que en los próximos días podrían producirse más sismos importantes en la zona.
Las personas que fueron evacuadas de sus casas se refugiaron en auditorios, escuelas y centros comunitarios. Los trenes bala de la región se detuvieron, pero el servicio se estaba restableciendo en algunos lugares. Se cerraron tramos de autopistas.
Los meteorólogos pronosticaron que habría lluvias, lo que desató temores por el estado de edificios e infraestructura que ya están desmoronándose.
Japón sufre terremotos con frecuencia debido a su ubicación en el Cinturón de Fuego del Pacífico.
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