El grueso de los cubanos varados en Nickerie, Surinam, se encuentra en una base militar luego de que este miércoles fueran desalojados violentamente por efectivos militares del muelle adonde habían acampado el pasado 30 de noviembre.
En una operación comando, los militares cargaron en contra de los migrantes que esperaban en el muelle de Nickerie, en el occidente del país, la reanudación del servicio de ferri hacia Guyana para de ahí continuar en caravana hasta la frontera México/EEUU, según testimonios de algunos de ellos.
“Nos sacaron a patadas, a punta de armas. Fue un comando completo contra un pueblo desarmado tirado en el piso”, dijo a Radio Televisión Martí, Alioski Benítez, uno de los migrantes.
Benítez dijo que pedía la ayuda a la Unión Europea y a organizaciones defensoras de derechos humanos en el mundo “para que se acabe el abuso”.
“Estamos asustados, ahora nos trajeron para una unidad militar y no sabemos que harán con nosotros”, dijo el migrante.
En la base hay 240 cubanos mientras que otros 17 se encuentran presos en un lugar que los migrantes desconocen.
Las autoridades habían advertido a los cubanos que de no abandonar el muelle serian desalojados por la fuerza si era necesario.
Así lo hicieron el miércoles. En un video distribuido a los medios, al que Radio TV Martí tuvo acceso, se ve a la masa de migrantes sentados en el piso y a los efectivos, algunos apuntándoles con armas largas, efectuando el desalojo forzoso.
“Hubo varios heridos, muchos recibieron golpes en la cara, fue abusivo. Hay otro grupo que está preso, no sabemos dónde ni que pasa con ellos”, relató Benítez.
“Nos dieron a firmar un documento que comprometía a abandonar la caravana y como nos negamos, los militares se abalanzaron sobre nosotros”, explicó la joven Yissel Hidalgo.
Desde del ómnibus que era trasladada, Yissel envió este mensaje por «wasap» a un familiar en Miami: “No sabemos adónde nos llevan. Estoy escondida con el teléfono. A lo mejor no podemos estar en comunicación. Yo tengo fe y esperanza, la libertad no tiene fronteras”.
En una reunión esta semana el jefe de la policía de y representantes del gobierno de Nickerie, comunicaron a los cubanos que Guyana había negado de manera oficial su ingreso al país y suspendido el servicio de ferri hasta nuevo aviso.
En la base militar, cerca del aeropuerto de Paramaribo, la capital, los migrantes han sido ubicados en barracas con literas.
“Hay una zona perimetral de cinco metros que no podemos cruzar, rodeado de vegetación boscosa y, se dice, de campos minados”, explicó Benítez.
Hasta el momento ninguna autoridad de Surinam ha comunicado a los cubanos que tiempo estarán retenidos en la instalación militar, tampoco si la deportación estará entre las opciones a considerar.