“Ustedes personifican lo que es ser valiente frente a una abrumadora represión”, les dijo a las Damas de Blanco en un mensaje por el Día Internacional de la Mujer la encargada de Negocios de la Embajada de Estados Unidos en La Habana, Mara Tekach.
“Bienvenidos a esta conmemoración de las mujeres valientes”, escribió la máxima representante del gobierno estadounidense en Cuba. “Todos somos Damas de Blanco”, dice, y las incluye entre los mayores defensores de la libertad en nuestro hemisferio.
Tekach dijo saber que los funcionarios del gobierno de Estados Unidos están pensando y hablando de las Damas de Blanco, y que lo sabe porque ella misma les ha contado sus historias.
“Les he hablado de las injusticias”, escribe la encargada de Negocios estadounidense. “He dado entrevistas de prensa donde he descrito sus historias personales. He descrito en detalle las tácticas cada vez más represivas usadas en los inútiles intentos de silenciar sus voces. Como representante del Presidente [Donald] Trump en Cuba, soy testigo”.
Y a renglón seguido subraya que también he resaltado el espíritu inquebrantable con el que perseveran en su lucha por la democracia para lograr una Cuba mejor y más próspera.
“Todos ustedes han demostrado una valentía poco común desde aquella fatídica Primavera Negra de 2003, cuando caminaron en solidaridad”, dijo Tekach. “Sus padres, esposos, hijos y hermanos fueron arrestados arbitrariamente, juzgados sumariamente y condenados a penas de hasta 28 años de prisión”.
Su movimiento de protesta ha sido reconocido mundialmente, tanto por grupos que defienden los derechos humanos como por medios de comunicación internacionales, les dice, y recuerda que las Damas de Blanco recibieron en 2005 el Premio Sájarov de la Unión Europea a la Libertad de Pensamiento.
“Este merecido reconocimiento las coloca en la misma categoría que el sudafricano Nelson Mandela y que las Madres de la Plaza de Mayo de Argentina”, manifiesta Tekach, para luego subrayar que, en la lucha por la justicia, eligieron como arma la protesta no violenta.
“Este poderoso método de libre expresión tiene un legado en la historia de los Estados Unidos de América también”, dice. “Ustedes envían una señal muy clara a todos de que no serán silenciadas. Convocar a un grupo de mujeres valientes, comprometidas con la justicia, parece provocar miedo entre abusadores y opresores”.
"Mientras los opresores les temen, porque su ejemplo y sus esfuerzos perduran, Estados Unidos continuará amplificando sus voces", declara Tekach.
“Compartimos un lenguaje común y nuestro diálogo es constante”, dice. “Nuestro Hemisferio de Libertad no tiene lugar para la opresión y la represión”.
