Tres presas políticas, condenadas por su participación en las masivas protestas populares del 11 de julio de 2021, continúan siendo acosadas en las prisiones cubanas por órdenes de la Seguridad del Estado, denunciaron sus familiares a Martí Noticias.
Una de ellas es Angélica Garrido, de 43 años de edad, que desde el mes de septiembre está en régimen de menor rigor en el Centro Penitenciario de Mujeres Ceiba Cuatro, en el municipio de Caimito, de la provincia de Artemisa.
Allí está siendo acosada por presas comunes que trabajan para la guarnición del penal, por su posición política y por negarse a la rehabilitación ideológica, informó su esposo, Luis Rodríguez Pérez.
Angélica y su hermana, María Cristina Garrido, fueron sentenciadas a tres y siete años de cárcel respectivamente por manifestarse en Quivicán, provincia Mayabeque, durante las protestas del verano de 2021. María Cristina aún está en la prisión del Guatao.
“Tienen la presión que siempre han tenido. Las han dividido con el lio este de que si Angélica la llevaron para un campamento para darle pase. Ella está también bajo una presión atroz, Angélica me dice que prefiere estar en El Guatao, en la prisión. Las condiciones son mejores en El Guatao que ahí... el trato, ella es la única que por cuestiones políticas está presa allí, imagínate el tratamiento con ella es preferencial por la Seguridad del Estado, de hecho, no se le acerca nadie, las que se han acercado con una amistad sincera han sido revocadas para El Guatao, fíjate hasta dónde llega la represión solapada con Angélica, porque es cierto que no la están torturando físicamente pero si la presión es psicológica", dijo el esposo de la presa política.
María Cristina Garrido, de 41 años de edad, todavía permanece en la Prisión de Mujeres, ubicada en el municipio de La Lisa, en La Habana, bajo un régimen de mayor rigor. Su cuñado dijo a Martí Noticias que la poeta acaba de ser castigada con restricciones de las llamadas telefónicas, por denunciar las precarias condiciones existentes allí.
“Con María Cristina se reunió la jefa de la prisión ahora, por un audio que ella había hecho con respecto de este señor de la comisión de Derechos Humanos Europea que vino a Cuba, Eamon Gilmore, y ella siempre llamaba bastante seguido y ahora solo dos veces por semana, lo cual es una de sus artimañas miserables para provocar en María Cristina más soledad”, explicó Luis Rodríguez Pérez.
Ambas hermanas sufrieron la muerte de su padre, en agosto de 2022, y de su madre, en diciembre del mismo año, sin que se les permitiera darles el último adiós.
Martí Noticias recibió también denuncias sobre la situación que está sufriendo Lizandra Góngora Espinosa, en la Cárcel de Mujeres Los Colonos, en la Isla de la Juventud, donde está siendo acosada por una presa común al servicio de la policía política.
Góngora Espinosa, madre de cinco menores de edad, también sufre las restricciones de comunicación y visitas con sus hijos, además de no tener acceso a los alimentos que pudiera llevarle su familia.
En estos momentos, la mujer lleva cerca de dos meses sin visita familiar, dijo su esposo, Ángel Delgado.
“Me llama hoy y todo... esta mañana con una presa, ahí, que se llama Yasnay Casamayor Correa, eso todo autorizado por la policía, le vigila las llamadas, cada vez que Lizandra está llamando ella se le para atrás, entonces todo lo que escucha se lo dice a la policía y les dice que Lizandra está denunciando por las redes sociales, entonces lo que le están buscando son problemas a Lizandra”, alertó Delgado.
Góngora Espinosa, cumple 14 años de condena por los presuntos delitos de sabotaje, robo con fuerza y desordenes públicos, tras su participación en las protestas populares en el poblado de Güira de Melena, en la provincia de Artemisa y fue juzgada por un Tribunal Militar de la Región de Occidente.
Según un informe realizado en colaboración por varias organizaciones independientes, entre las que se encuentran Cubalex, Prisioners Defenders, Justicia 11J y el Observatorio Cubano de Derechos Humanos, 116 mujeres se encuentran en las cárceles cubanas cumpliendo condenas por razones políticas.
“En la totalidad de los casos, la privación de libertad responde a la discriminación por motivos de la opinión política, y está precedida de un conjunto de graves violaciones de derechos humanos, que incluye torturas físicas y psíquicas, acoso sexual, ataques a la intimidad y la moral, e incluso se puede ver agravada por cuestiones como la raza o el género”,denunció el doctor Alain Espinosa, miembro de Cubalex.
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