Justin Trudeau no asistirá al funeral de Fidel Castro, dijo su oficina el lunes, días después de que los comentarios positivos del primer ministro canadiense sobre el exgobernante cubano provocaran una reacción airada en las redes sociales.
“Podemos confirmar que el primer ministro no asistirá al funeral del Señor Castro”, dijo el vocero Andrée-Lyne Halle.
La gente se burló ácidamente del premier canadiense después que este se refirió a Castro como un "líder extraordinario", y expresó su pesar por la muerte del mismo.
Muchos estuvieron prontos a señalarle que Castro suprimió la disidencia y que no hubo otras opciones de liderazgo en la isla bajo su régimen.
Trudeau dijo en una declaración el domingo que simplemente "reconocía la muerte de un ex jefe de Estado" de un país con el que Canadá tiene largos vínculos.
"El hecho es que Fidel Castro tuvo un impacto profundo y duradero en el pueblo cubano", dijo Trudeau a periodistas en una conferencia de prensa en Madagascar, transmitida por televisión, durante una cumbre francófona.
Más tarde, Trudeau aclaró que él creía que Castro fue un dictador, subraya una nota de The Globe and Mail.
“Ciertamente era una figura polarizadora, y ciertamente había preocupaciones importantes en torno a los derechos humanos”, señaló el premier canadiense.
La controversia surgió a solo dos semanas de que Trudeau se quedara con las ganas de visitar a Fidel Castro y estrechar su mano durante una visita oficial a Cuba.
Castro habría declinado recibirlo, a pesar de que el día antes se había reunido con el líder vietnamita Tran Dai Quang, aseguró el diario The Toronto Star.
El artículo destaca que, de principio a fin, el viaje de Justin Trudeau "solo tuvo un débil eco de la exuberante bienvenida" que recibió su padre Pierre Trudeau hace 40 años. "El mayor contraste: El anciano comandante Fidel Castro declinó una reunión con el hijo de 44 años de su viejo amigo Pierre”.