La Unión Europea acusó a Rusia este lunes de cometer un "espantoso" crimen de guerra en su invasión a Ucrania, especialmente en la ciudad portuaria de Mariúpol, donde decenas de civiles han muerto a causa de los bombardeos.
“Lo que está ocurriendo en Mariúpol es un enorme crimen de guerra. Destruyéndolo todo, bombardeando y matando a todo el mundo de forma indiscriminada. Esto es algo espantoso”, dijo el alto representante del bloque continental, Josep Borrell, a su llegada a una reunión de cancilleres en Bruselas.
En Mariúpol y otras ciudades, las bombas han destruido hospitales con los pacientes dentro. Solo este lunes, la Organización Mundial de la Salud verificó 6 ataques a centros médicos en el país eslavo a manos de fuerzas rusas.
"Hasta el 20 de marzo, habíamos verificado 52 ataques a la atención médica, en 25 días. Eso es más de 2 ataques por día. Esto es inaceptable", denunció la organización en Twitter.
"Del 24 de febrero al 19 de marzo, registramos 2.361 bajas civiles en el contexto del ataque armado de Rusia contra Ucrania: 902 muertos, incluidos 75 niños; 1.459 heridos, incluidos 98 niños, en su mayoría causados por bombardeos y ataques aéreos", señala en un reporte Naciones Unidas.
"La mayoría de las bajas civiles registradas se debieron al uso de armas explosivas con un amplio área de impacto, incluido el bombardeo de artillería pesada y sistemas de cohetes de lanzamiento múltiple, y misiles y ataques aéreos", puntualizó ONU.
Según el reporte, las cifras reales son considerablemente más altas.
La invasión rusa a Ucrania ha desplazado a alrededor de 10 millones de personas, y generado más de 3 millones de refugiados.
Mientras, la viceprimera ministra ucraniana, Iryna Vereshchuk, dijo este lunes que entregar la ciudad portuaria oriental de Mariupol no es una opción y exigió que las fuerzas rusas permitan el paso seguro de los civiles.
Vereshchuk respondió así a la petición del Ministerio de Defensa ruso al gobierno de Ucrania de que entregara la ciudad sitiada antes de las 5 a.m., hora local, del lunes, con la promesa de corredores humanitarios para los residentes y las tropas que depongan las armas.
El presidente ruso Volodymyr Zelenskyy dijo que unos 400 civiles estaban refugiados en una escuela de artes en Mariúpol, cuando fue impactada por una bomba rusa.