Un cubano falleció esta madrugada tras el derrumbe parcial de un edificio en La Habana. Según el reporte de las autoridades locales, el hecho se produjo por el desprendimiento del techo interior del entrepiso de una vivienda, que hizo que la estructura del inmueble colapsara.
El trágico suceso ocurrió alrededor de las 4 am de este 28 de septiembre, en la calle Maloja No. 565, entre Oquendo y Márquez González, municipio Centro Habana, precisa la nota oficial de la Asamblea Municipal del Poder Popular.
"Un edificio colapsó y ahora mismo hay personas dentro y es grave, hay teléfonos sonando y nadie logra responder. Espero que sobrevivan", había posteado en Facebook horas antes un testigo del hecho junto a un video que mostraba imágenes del lugar.
Una semana atrás fue rescatado el cadáver de otro hombre que quedó atrapado en los escombros tras el derrumbe de una vivienda en la calle Compostela No. 913 entre Velazco y Desamparado, en La Habana Vieja. El fallecido fue identificado como Jorge Luis Jorrín Guides, de 54 años de edad.
“Están matando familias", dijo Roberto Guides Zúñiga, hermano de la víctima, en declaraciones a Martí Noticias. El hombre cuestionó cómo los planes del gobierno no priorizan la reparación de los inmuebles en peligro de derrumbe que abundan en la capital.
Hacía menos de un mes que las autoridades confirmaban el colapso de otro edificio en la calle Prado #352, esquina Neptuno, La Habana Vieja, en el que 16 personas resultaron heridas, entre ellos seis menores de edad y una pareja de discapacitados.
“Yo vivo al lado de un edificio en peligro de derrumbe que está en pésimas condiciones, y lo peor es que la parte delantera de mi casa no tiene techo. Tengo un bebé de siete meses. Nos hemos quejado en todas partes pidiendo ayuda y nadie hace nada. Qué esperan, somos seres humanos y también tenemos derechos de una vida sin peligros”, cuestionaba una cubana en la página en Facebook de Gobierno.
Su reclamo es el de miles de familias en Cuba, cuyos salarios les impiden reparar sus viviendas en medio de una de las peores crisis económicas y sociales de las últimas décadas.
“Es muy triste ver cómo se derrumba La Habana Vieja. La mayoría de los edificios están en ruinas y en peligro de derrumbe aún con personas viviendo en ellos. Poco a poco la ciudad se cae en pedazos y muchos han perdido sus vidas, otras han quedado discapacitadas. Que sigan construyendo hoteles y más hoteles y sin recursos para construir viviendas para los damnificados”, expresó otra persona sin que su denuncia tuviera respuesta.
A finales de julio pasado Randel Coloma Oduardo, vicepresidente de la Comisión de Industria, Construcciones y Energía, aseguró en el Parlamento que al cierre de mayo de este año apenas se habían terminado 7.221 viviendas nuevas de las 25.134 planificadas.
A ello se suman las cientos de miles de construcciones atrasadas de años anteriores. Solo por fenómenos meteorológicos, cifras oficiales indican que hay un aproximado de 109.185 viviendas afectadas que no han podido restaurarse. El funcionario reconoció además que en el país hay actualmente más de 60.000 casas con pisos de tierra y 9.000 cuarterías.
De acuerdo con el informe de Inversiones que publicó la estatal Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI), entre enero y diciembre de 2022, el régimen dio prioridad a los llamados "Servicios empresariales, inmobiliarios y de alquiler". Esta categoría incluye las obras destinadas al desarrollo del turismo. En esa área las autoridades destinaron 23.359,6 millones de pesos, un incremento considerable en comparación con los 20.735,1 millones gastados el año anterior.
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