Un asesino en serie que atrajo a sus víctimas con la promesa de venderles pantalones vaqueros de diseño barato ha confesado un tercer asesinato, después de más de 30 años.
Jesús Aguilera llegó a los Estados Unidos desde Cuba durante el éxodo del Mariel en 1980. En 1981, fue protagonista en una serie de asesinatos en el Bronx, Nueva York.
Fue condenado por el asesinato de Guillermo Graniela, de 30, y de Josefina Cepeda, de 24.
El hombre, al presente de 61 años de edad, quien está aún detrás de las rejas por dichos asesinatos, ahora se ha declarado culpable de matar a la prostituta Tolila Brown, de 35 años de edad, en el mismo año 1981. La mujer fue estrangulada en una choza en Minford Place.
"Toda la familia está encantada", dijo la hija de Brown, Robin Dynoe, 52. "Nos acerca a un cierre".
Inicialmente, Aguilera negó estar detrás del asesinato pero, de acuerdo con The New York Post, cambió de opinión, debido a que el detective Malcolm Reiman le vincula con el asesinato de la prostituta mediante las huellas dactilares y las pruebas de ADN tomadas en la escena.
Después de declararse culpable de este asesinato, Aguilera será condenado a 15 años más de cárcel, sumados a las dos cadenas perpetuas que ya cumple en prisión.
El Post asegura que Aguilera también es sospechoso de ser responsable de la muerte de Janet Agosto, de 20 años, en 1982.