El diario USA Today reporta hoy que el gobierno estadounidense está enviando ayuda humanitaria a las islas caribeñas devastadas por el huracán Irma, pero Cuba no está entre ellas porque su gobierno no ha pedido la asistencia.
El periódico repasa los graves daños sufridos por la población de la Mayor de las Antillas, desde un saldo preliminar de diez fallecidos hasta miles de casas parcial o totalmente destruidas y millones de personas sin agua ni electricidad.
Apunta que el Departamento de Estado norteamericano ha reconocido la gravedad del desastre al recomendar a los estadounidenses que no viajen a la isla.
Sin embargo, no ha enviado un equipo de respuesta rápida de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, USAID ni ningún barco cargado de agua embotellada, carpas, raciones alimenticias y otras vituallas de emergencia como lo ha hecho con otras islas del Caribe porque Cuba no ha cumplido con el requisito de solicitar la asistencia.
Explica la publicación que las directrices para recibir asistencia de los Estados Unidos requieren que el país receptor la solicite. USA Today comenta que Cuba, un orgulloso adversario durante décadas de la vecina superpotencia, no está dispuesta a hacerlo.
"Hasta ahora, el gobierno de Cuba no ha solicitado la cooperación de los Estados Unidos en respuesta al huracán", dijo la USAID en un comunicado.
“La verdad es que Cuba no desea nuestra ayuda”, dijo al diario Frank Mora, profesor de Política y Relaciones Internacionales en la Universidad Internacional de la Florida.
“Que los vean siquiera trabajando o colaborando con los Estados Unidos equivale a traicionar 50 años de lucha revolucionaria", dijo Mora,
El reportaje señala que aunque otros países e instituciones se han ofrecido a cooperar, la ausencia de ayuda directa del gobierno de los Estados Unidos, que incluso ha proporcionado en el pasado alimentos a Corea del Norte, es algo muy evidente en contraste con su asistencia a otras naciones caribeñas y territorios administrados por países como Francia y Holanda, donde se han coordinado la USAID y el Comando Sur para la rápida distribución de suministros humanitarios.
El senador demócrata por Vermont Patrick Leahy, quien desde hace tiempo se esfuerza por normalizar las relaciones entre los dos países, y sus asistentes, dice haber hablado con funcionarios cubanos sobre el tema de la recuperación posterior a Irma, pero que los cubanos no han pedido ayuda estadounidense.
Esto no significa que no la recibirían si fuera ofrecida, según aseguró a USA Today la oficina de Leahy, que considera que Washington debe tomar la iniciativa.
Sin embargo, Estados Unidos se ha abstenido de ofrecer asistencia a Cuba desde que en julio de 2005, tras el paso del huracán Dennis por la isla, Washington informó al gobierno cubano que estaba dispuesto a proporcionar ayuda humanitaria inmediata a los cubanos afectados por el huracán.
Entonces, el gobierno de Fidel Castro rechazó esta oferta, así como la solicitud de permitir el despliegue de un Equipo de Respuesta para Asistencia en Desastres (DART), especializado en evaluar las necesidades para determinar el monto y características de lo necesario, y coordinarlo.
Mientras tanto la Oficina de Asistencia para Desastres en el Extranjero (OFDA), de la USAID suele proceder en estos casos enviando pequeños equipos de expertos para evaluar las necesidades sobre el terreno.
Luego se procede al envío y distribución de la ayuda, que comprende medicinas y materiales de primeros auxilios, raciones de alimentos, tiendas de campaña o láminas de plástico para reparar techos y paredes, agua embotellada y pastillas para clorar la que sale de los grifos, generalmente fangosa.
Cubanos que fueron víctimas del huracán Irma han dicho a Martí Noticias que no les importa de dónde proceda la ayuda, pero que la necesitan urgentemente.
Una evaluación de las necesidades humanitarias post-Irma realizada por la alianza de iglesias ACT Alliance indica que “los principales problemas dejados por el huracán Irma en Cuba a nivel comunitario están relacionados con la falta de acceso al agua, la necesidad de saneamiento, especialmente en ciudades como La Habana con sistemas de alcantarillado muy antiguos y mucho lodo yagua y basura contaminadas; pérdida de artículos domésticos en un contexto con un mercado local muy pequeño o inexistente debido al embargo, y la necesidad de alimentos para los hogares. La vivienda, los medios de subsistencia y el apoyo psicosocial son el segundo estrato de necesidades urgentes de la población afectada".
La OFDA canaliza cada año el socorro estadounidense a millones de víctimas de decenas de desastres internacionales: algunos de rápida aparición como terremotos, inundaciones, tormentas, deslaves, tsunamis y volcanes; otros de lenta aparición, como las sequías prolongadas que conducen a la inseguridad alimentaria; y emergencias complejas derivadas de crisis políticas, inestabilidad social o conflictos armados.
[Con información de USA Today y USAID]