Compañías privadas como Western Union podrían estar colaborando con el régimen cubano para criminalizar la labor de activistas de derechos humanos, dijo el jueves en el Capitolio de Washington un panelista invitado a la audiencia Derechos Humanos en Cuba: mas allá de la fachada de las reformas.
Las violaciones que estaría cometiendo la firma Western Union atropellan el derecho a la privacidad de los activistas cubanos, declaró Carlos Quesada, director del Instituto Internacional de Raza, Igualdad y Derechos Humanos.
El régimen de La Habana ha cambiado de estrategia en sus esfuerzos para controlar la información, y no se puede descartar que use sus versiones domésticas de redes sociales para hacer lo mismo que hicieron los chinos al prohibir Facebook y otras plataformas en China, dijo por su parte John Suárez, director ejecutivo del Centro para una Cuba Libre.
Es bueno subrayar que Cuba sigue gobernada por un régimen comunista que no respeta la propiedad privada, y que los cubanos todavía son expropiados cuando les va muy bien en los negocios, sin contar que los inversionistas occidentales pueden terminar en la cárcel, añadió Suárez.
La criminalización de las actividades de los opositores pacíficos, la falta de reconocimiento legal de sus agrupaciones y las dificultades para ejercer el periodismo independiente a pesar de los espacios que se han abierto en internet, fueron algunos de los temas discutidos en la audiencia.
”La situación de los derechos humanos en Cuba es grave y puede caracterizarse como una guerra de desgaste entre el gobierno y activistas independientes de la sociedad civil”, manifestó Quesada.
Suárez, Quesada y Carlos Martínez de la Serna, del Comité de Protección para los Periodistas, fueron los tres invitados a comparecer el jueves ante el Subcomité de Seguridad Civil y Comercio del Hemisferio Occidental del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes.
Quesada dijo también que una de las principales amenazas para los disidentes es la nueva Constitución, que las autoridades hostigan, torturan psicológicamente, detienen e interrogan tanto a los activistas de derechos humanos como a sus familiares, y puso el ejemplo de los que son arrestados durante toda una semana sin que se les presenten cargos ni les permitan asesoría jurídica.
A pesar de algunos síntomas de flexibilidad durante la última década, y de que internet ha abierto nuevos espacios para el periodismo independiente, las condiciones para la prensa en Cuba siguen figurando entre las peores en el hemisferio occidental, aseguró Martínez de la Serna.
Suárez habló de los Decretos 349 del año pasado, que restringe y controla la creación artística, y el 68 de este año, que declara ilegal el trabajo de proyectos independientes como el diario digital 14 y Medio solo porque su sitio de internet se aloja fuera del país.
“Los precios de internet han caído en alguna medida, y el acceso ha mejorado, pero la paradoja es que [el gobierno] está cambiando de estrategia”, declaró Suárez. “Antes la estrategia era racionar el acceso, y ahora es controlar la información que pueden conseguir mediante internet; por eso han pasado este nuevo decreto que va a hacer más difícil consultar información [en sitios de internet] fuera del país”.
Manifestó que, a largo plazo, no se siente optimista sobre Facebook y otras plataformas similares, porque “ellos tienen sus propias versiones domésticas que han creado con la ayuda de los chinos, y sabemos que los chinos ya han proscrito Facebook y otras plataformas en China, así que pudiera ocurrir lo mismo en Cuba”.
El presidente del Subcomité, el congresista cubanoamericano de Nueva Jersey, Albio Sires, dijo que, como sus colegas saben, el tema de los derechos humanos en la isla donde nació y desde donde vino a Estados Unidos cuando apenas tenía 11 años es profundamente personal para él.
Francis Rooney, el republicano de más alto rango en el Subcomité, recordó que el gobierno de La Habana califica de mercenarios a los defensores de los derechos humanos y las libertades civiles en la isla y que, según la OEA, Cuba es el único país del hemisferio occidental con cero garantías de libertad de expresión.
Respondiendo una pregunta del congresista republicano de la Florida Ted Yoho sobre la eficacia de las transmisiones a Cuba de Radio y Televisión Martí, Suárez respondió que las transmisiones de onda corta de Radio Martí son críticas para burlar el control informativo del régimen.
“El gobierno puede interferirlas hasta cierto punto, pero no tan completamente como pueden hacer con internet, que en casos extremos pueden bloquear por completo”, dijo.
El panelista recordó cómo uno de los fundadores del movimiento de derechos humanos en Cuba, Ricardo Boffil, decía que las transmisiones de Radio Martí marcaron un antes y un después en el movimiento opositor cubano por el impacto que tuvo para ellos poder escuchar “las voces de otros activistas transmitidas hacia la isla”.
Yoho quiso saber cuál método funcionaba mejor para romper el bloqueo informativo del régimen, y al mencionar el envío de memorias digitales y CD’s además de las transmisiones, Suárez respondió que no se trataba de escoger entre unas y otras vías, sino de usarlas todas.