La semana pasada el presidente Donald Trump habló por teléfono con el presidente ruso Vladimir Putin y ordenó a altos cargos que iniciaran negociaciones sobre la guerra.
En conversaciones telefónicas con el gobernante ruso Vladimir Putin y el mandatario ucraniano Volodymyr Zelenskyy, el presidente Donald Trump dio el primer paso en las negociaciones para poner fin a la guerra.
En una declaración conjunta, EEUU, la UE y otros nueve países rechazaron la cooperación militar entre Moscú y Pyongyang en la invasión a Ucrania.
Asesores del presidente electo Donald Trump están presentando propuestas para poner fin a la guerra en Ucrania que incluirían ceder grandes partes del país a Rusia, según un análisis de Reuters.
El paquete de ayuda incluye el primer envío de un misil de medio alcance, denominado "Joint Standoff Weapon", con alcance de 130 kilómetros.
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, se dirigió este miércoles al foro de naciones en la 79ª Asamblea General de Naciones Unidas advirtiendo sobre la frágil seguridad nuclear ante la avanzada rusa en su territorio y las implicaciones para el mundo.
El secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, fue el anfitrión de una reunión de ministros del G7+ para reforzar el apoyo a las necesidades energéticas de Ucrania, que sigue defendiéndose de Rusia.
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, dijo en X que discutió con el secretario general de la OEA, Luis Almagro, cómo mantener unida a la comunidad internacional en la búsqueda de la paz.
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, pidió a Estados Unidos que actúe rápidamente y envíe más armas, antes de su visita a la Casa Blanca esta semana.
El expresidente ruso Dmitry Medvedev lanzó esta amenaza en caso de que se flexibilicen las restricciones contra el uso de armas occidentales por parte de Ucrania.
"Rusia ha recibido envíos de estos misiles balísticos y es probable que los utilice en las próximas semanas" en Ucrania, advirtió el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken.
Dos misiles balísticos rusos alcanzaron un centro educativo y un hospital en el centro-este de Ucrania, matando al menos a 41 personas e hiriendo a otras 180.
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