Los cambios no ocurren en espacios virtuales o a partir de élites de ningún tipo, sino cuando el pensamiento se traduce en acción, y esta acción se expresa a través de un auténtico poder en números de ciudadanos manifestando su voluntad.
Llamar a una investigación internacional en este momento es como gritar “¡Al ladrón!”, tras robarse una manzana en el mercado.
La violencia sistemática del régimen contra la oposición está convirtiendo el ejercicio de la misma en una cuestión de supervivencia.